Polémicas en el Central-River: Portillo expulsado y un gol de Borja anulado

El Gigante de Arroyito fue el escenario de un primer tiempo que ardió en la tensión del enfrentamiento entre Rosario Central y River Plate, un choque que prometía emociones fuertes en esta inesperada fecha 11 del Torneo Clausura. Desde el minuto 37, el viento comenzó a soplar en contra para el local.

La expulsión de Juan Portillo, quien recibió su segunda tarjeta amarilla tras una falta sobre Ángel Di María, desbalanceó la contienda y obligó al equipo de Marcelo Gallardo a reconfigurar su estrategia en un desesperado intento por mantener el control en el campo. Esta doble amonestación fue resultado de decisiones justas del árbitro: la primera por un agarrón en el cuello a Di María y la segunda por un golpe imprudente.

Es fundamental recordar que este tipo de infracción es sancionada por el riesgo que representa para el adversario, sin necesidad de provocar una lesión grave. Portillo, un jugador con un pasado destacado en Talleres, dejó a su equipo con diez hombres, marcando un punto de inflexión en el partido.

El encuentro comenzó a tomar forma cuando, a los 10 minutos, Miguel Borja recibió un pase magistral de Juan Fernando Quintero y, con la precisión de un cirujano, definió al primer palo de Jorge Broun, abriendo el marcador. Este gol no solo brindó la ventaja a la visita, sino que también subrayó la capacidad letal del colombiano en el área rival.

Sin embargo, la emoción dio paso a la controversia cuando, a los 27 minutos, Borja volvió a marcar, pero su tanto fue anulado por fuera de juego de Facundo Colidio, validando la decisión del árbitro Falcón Pérez. Aunque a simple vista Borja parecía habilitado, la realidad fue otra. Lo que muchos confundieron como simple error del silbato fue, en verdad, el resultado de un fenómeno óptico: el error de paralaje, donde la perspectiva engaña y la claridad se convierte en un laberinto en el que se pierde la verdad.

En el ámbito del juego, en un giro inesperado de los acontecimientos, Franco Ibarra logró la igualdad a los 21 minutos con un potente disparo que sorprendió a Franco Armani. Este gol representó el primer tanto de Ibarra en el fútbol argentino y revitalizó la intensidad del duelo.

Al comenzar el segundo tiempo, palabras y gestos de estrategia se hicieron presentes en el banco de los visitantes. Gallardo, sabedor de la inferioridad numérica, optó por una única modificación: Milton Casco entró en lugar de Marcos Acuña, quien debía unirse a la selección argentina para próximos amistosos en Estados Unidos. Un movimiento táctico que refleja la tensión de la competición.