Latorre destapa el drama en el grupo de WhatsApp de Boca: halcones y palomas, parte II
Publicado: 09 / 10 /2025Diego Latorre, uno de los comentaristas más destacados del fútbol argentino, no puede escapar de la sombra de sus años como jugador. Esta semana, el exfutbolista desnudó una realidad cruda en su relación con antiguos compañeros del Xeneize durante un análisis de la recordada final de la Copa Libertadores 2018 ante el River Plate, disputada en el Estadio Santiago Bernabéu. Lo que parecía ser una anécdota se transformó en un relato punzante sobre la lealtad y la traición en el mundo del fútbol.
“Yo tenía un grupo con los chicos hasta la final de Boca-River en Madrid”, comenzó relatando Gambeta, quien hizo dos etapas en el club Azul y Oro. La tensión aumentó cuando Juan Simón, otro que compartió esos días, interrumpió en ESPN: “Se bajó solo…”. “Juan lo sabe, Juan lo sabe…”, acotó Latorre, dejando muy claro el vínculo implícito con su compañero, un histórico defensor.
El relato se tornó más jugoso: “Estaba en el grupo de Boca hasta que dije que Andrada había cometido un penal sobre Pratto. ¡No sabés cómo me empezaron a insultar!“. La escena, según Latorre, generó olas de mensajes hostiles: “Me tuve que ir”, narró, algo que resuena más allá de la anécdota. Y es que el clima de rivalidad desenfrenada se hizo palpable, evidenciando las tensiones que aún perduran entre hinchas y exjugadores.
Lo que desencadenó este revuelo ocurrió a los 10 minutos del segundo tiempo en la final. El equipo de Guillermo Barros Schelotto había comenzado con un 1-0 gracias a un tanto de Darío Benedetto. Fue en un momento crucial cuando Lucas Pratto se encontró mano a mano con Andrada, quien no dudó en llevarlo por delante dentro del área. Sin embargo, el árbitro uruguayo Andrés Cunha ignoró lo que parecía un claro penal. En esa instancia, Latorre comentó: “Parece penal”, avalando luego su versión tras observar la repetición.
“Fue penal para River, y me empezó un torrente de insultos. Una verdadera catarata”, recordó Latorre, reafirmando la polarización que existe dentro de un deporte que, lejos de unificarnos, nos divide. Aunque por consejo de Simón volvió a intentar una relación, la susceptibilidad no se disipa fácilmente. “Los comentarios desencadenaron respuestas violentas que resultan insólitas”, enfatizó, visibilizando la falta de madurez en el debate futbolístico.
El debate se reavivó con la intervención de Mariano Closs, quien sugirió que Latorre debería haber sido defendido en lugar de ser atacado. Ruggeri agregó que no debería aceptar disculpas sin que estas sean en el contexto adecuado. Por su parte, Juan Simón, con una chispa en los ojos, compartió que había sido el administrador del grupo de WhatsApp: “Era yo… Me fui en un momento de conflicto, pero regresé al día siguiente”, dijo sonriendo.
Finalmente, a modo de cierre, se anunció un asado entre los excompañeros: “Tengo que consultarlo con el psiquiatra, porque me quedé muy mal…”, bromeó Gambeta, dejando asomar un trasfondo de la camaradería que aún persiste, aunque marcada por las cicatrices del pasado.
