¿Qué pasó con la última Selección Sub 20 que conquistó el mundo?

Dieciocho años. Ese es el tiempo que ha transcurrido desde la última vez que nuestra Selección Argentina sub 20 logró alcanzar la final de la Copa Mundial de su categoría. Este domingo, a partir de las 20hs, nuestros jóvenes guerreros se preparan para enfrentarse a Marruecos, reeditando una jornada que se grabó a fuego en la historia del fútbol argentino: el 22 de julio de 2007, en Toronto, bajo la dirección de Hugo Tocalli, la Argentina se consagró campeona tras vencer 2-1 a República Checa, levantando así la sexta Copa del Mundo Sub 20 de su historia.

El mundo ha cambiado radicalmente desde aquel entonces. En 2007, Néstor Kirchner cerraba su mandato presidencial, el dólar estaba por encima de los tres pesos, y la cotidianeidad se marcaba por tarifas de transporte ridículamente bajas. Mientras Benedicto XVI lideraba la Iglesia y George W. Bush gobernaba los Estados Unidos, nuestros campeones, con sus MP3 y el reggaetón de Daddy Yankee como banda sonora, navegaban por un presente en el que el fútbol aún podía darles sorpresas. Hoy, a la distancia, reflexionamos sobre sus trayectorias, de cómo algunos, como Ángel Di María, Papu Gómez y Sergio Romero, se convirtieron en íconos del balompié nacional. Otros, sin embargo, quedaron atrapados en la nebulosa del tiempo. ¿Qué fue de aquellos pibes que nos llenaron de orgullo?

El arquero de aquel equipo, quien deslumbró bajo los tres palos en los 90 minutos de cada partido, supo itizar su carrera: medalla dorada en Pekín 2008, un exitoso paso por Europa, seis años en el Manchester United y doce en la Selección Mayor. Hoy se encuentra defendiendo los colores de Argentinos Juniors.

Con un final feliz, el arquero también se destacó en el fútbol local, protegiendo la portería de Boca Juniors, Tigre y Racing, acumulando diez títulos. Su carrera es un reflejo de perseverancia y éxito.

Después de aquel Mundial, se aventuró en Europa y volvió a lo básico: con una vida mucho más tranquila en el campo de Córdoba, dedicándose a la agroindustria. Un giro inesperado tras una vida llena de adrenalina.

El eterno héroe del Manchester City, su legado va más allá del fútbol: se reinventó como streamer, manteniendo su conexión con los hinchas. Un claro ejemplo de que, aunque el fútbol termina, la pasión no.

El Fideo regresó a su hogar en Rosario Central, luego de un glorioso recorrido por Europa, donde se convirtió en un símbolo del fútbol argentino. Su historia es un ejemplo de perseverancia y amor por la camiseta.

El maestro detrás de aquellos pibes brillantes, que después de cinco Copas del Mundo ha dejado su huella en la formación del fútbol argentino. Su legado permanece al frente de los jóvenes talentos.