Adiós a Silvia Pinal: La Inigualable Diva del Cine Mexicano que Brilló en la Pantalla Grande

Un luto profundo cubre a México y reverbera en el corazón de América Latina. La emblemática Silvia Pinal, madre de una dinastía artística y figura icónica del cine mexicano, ha partido de este mundo a los 93 años. Su legado se inscribe en la memoria colectiva como la encarnación de una diva accesible, un ícono multifacético y una matriarca cuya influencia se extendió más allá de las pantallas, tejió la historia de las grandes artistas del país. Su muerte, este jueves, ha dejado un hondo vacío en la industria y entre sus seguidores.

La musa del gran Luis Buñuel, protagonista en obras como Un extraño en la escalera y Viridiana, estuvo en el hospital por una infección en las vías urinarias y fue homenajeada por generaciones. A lo largo de su carrera, que abarcó más de seis décadas, participó en más de 60 películas no solo en México, sino también en Argentina, España y Estados Unidos, y se convirtió en pionera de la televisión con programas como Mujer: casos de la vida real.

Su vida personal fue tan vibrante como su carrera: madre de Sylvia Pasquel y Alejandra Guzmán, Pinal forjó toda una dinastía dedicada al arte, convirtiéndose en abuela de Stephanie Salas, Frida Sofía y bisabuela de la prometedora Michelle Salas, hija de Luis Miguel.

Datos Clave:

• Feminidad y poder: Pinal no solo fue actriz, sino también productora, política y líder de la Asociación Nacional de Actores de México (2010-2014).
• Una carrera inolvidable: Desde su debut a los 17 años hasta sus últimos trabajos, Pinal dejó huella en clásicos como Locura pasional y La dulce enemiga, ampliando su repertorio junto a figuras como Tulio Demicheli.
• A legado inquebrantable: Su vida estuvo marcada por amor, pérdidas y tragedias, desde el fallecimiento de su hija Viridiana en accidente automovilístico hasta enfrentar la incomprensión de nuevos escándalos familiares.

Su hija, Sylvia Pasquel, la despidió tocando la fibra más sensible al compartir: “Te fuiste y una parte de nosotros se marchó contigo… Gracias por darnos tu talento y fortaleza”. Esas palabras resuenan como un canto a la memoria de una mujer que siempre será parte de la historia de México.

Nacida en Guaymas, Sonora, el 12 de septiembre de 1931, Silvia comenzó a forjar su legado artístico desde temprana edad. Con una voz inconfundible y un magnetismo natural, deslumbró junto a leyendas como Pedro Infante, Cantinflas y Tin Tan. Desde su primera película Bamba, su carrera despegó con fuerza, logrando que su nombre se repitiera en las páginas del éxito cinematográfico mexicano.

Acercándose a su legado cinematográfico, destaca su colaboración con Buñuel en Viridiana, un film que no solo la catapultó, sino que marcó un hito en la historia del cine español. Este relato audaz la llevó a llamarse a sí misma Viridiana, la misma que luchó contra los convencionalismos en un mundo que aún no estaba listo para su valentía.

En su vida personal, los amores, matrimonios y turbulencias también ocuparon un rincón significativo. Tras tres matrimonios, su historia narró en las páginas de su autobiografía Esta soy yo, donde revelaba un futuro saturado de complejidades, incluidas acusaciones graves dentro de su propia familia que marcaron su dernier cri. El eco de su carrera ha resonado en su programa Mujer: casos de la vida real, donde abordó temas de vida y retos de las mujeres en México, un reflejo de su compromiso social y político.

El Instituto Nacional de Bellas Artes homenajeó su trayectoria en sus últimos años con una celebración que dejó claro que Silvia Pinal, más que una estrella, fue el faro de muchas que vinieron después. Su voz y su talento vivirán en quienes la amaron y en la historia del cine que todavía debe mucho a su legado.

Con información de AP