Ari Paluch fue echado de Rock & Pop tras un comentario sobre drogar y abusar a una colega.

Publicado: 15 / 03 /2025

En un episodio que ha despertado una fuerte polémica y una intensa discusión sobre el rol de los comunicadores en los medios de comunicación, Ari Paluch ha sido desvinculado de la emisora FM Rock & Pop. El reconocido conductor del programa “Arizona” se vio involucrado nuevamente en un incidente que ha sido considerado no solo como inapropiado sino también como una manifestación más de las actitudes de violencia simbólica que muchas veces se dan en el ámbito laboral.

Alpha Media, el grupo que controla la señal de Rock & Pop, difundió a través de sus plataformas un comunicado donde informa sobre esta decisión, una reacción inmediata tras las declaraciones de Paluch sobre el uso insidioso de sustancias para facilitar conductas no consensuadas, un comentario que fue duramente criticado por la audiencia y por sus propios compañeros de radio.

Durante el intercambio habitual con el también reconocido conductor “Beto” Casella, Paluch, en tono que parece no haber medido, mencionó la posibilidad de utilizar una sustancia conocida como burundanga para recibir un gesto de afecto no consensuado de parte de una colega, un comentario que inmediatamente incomodó a sus interlocutores y fue objeto de denuncia y repudio por diversos sectores del espectro social.

Este incidente ha reavivado las críticas hacia Paluch, quien no es ajeno a este tipo de controversias. En 2017, fue protagonista de un caso que involucró acusaciones de acoso por parte de Ariana Charrúa, una microfonista de Grupo América, que presentó evidencia de un comportamiento inaceptable, con la divulgación de un video que mostraba claramente el incidente.

En un contexto donde la demanda por espacios laborales seguros y libres de violencia de género es cada vez más fuerte, el caso Paluch resuena como una advertencia sobre la necesidad de cambiar prácticas culturales arraigadas en nuestra sociedad. Noelia Corral, la locutora involucrada en el más reciente caso, ha dejado clara su postura al señalar que las disculpas no son suficientes, sino que es indispensable dejar de naturalizar comentarios y actitudes que banalizan el abuso.

Paluch, en un gesto que algunos han interpretado como demasiado tardío e insuficiente, publicó sus disculpas en redes sociales, aunque el escepticismo respecto a su sinceridad persiste. La discusión entorno a este suceso nos vuelve a recordar la urgencia de promover y hacer valer políticas que protejan el bienestar y la dignidad de todas las personas en los espacios de trabajo.

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