Battaglia le responde fuerte a Cascini tras ser llamado “desagradecido” por su etapa como DT de Boca

La reciente fractura del consejo de fútbol de Boca Juniors ha destapado antiguos desacuerdos, poniendo en el ojo del huracán las confrontaciones entre Sebastián Battaglia y Raúl Cascini. El exentrenador, en un acto de valentía dramática, ha respondido a los ataques provenientes de su excolega, un exmiembro del consejo de Riquelme, que han inaugurado una nueva era de juicios públicos cargados de recriminaciones.

La controversia resurgió tras la sorpresiva salida de Cascini del Consejo. En una entrevista reveladora, el “Mosquito” Cascini expresó: “Cada uno es dueño de sus palabras. Gracias a la palabra de Riquelme, Bataglia cumplió su sueño de dirigir en Primera. Hay que tener un poco de agradecimiento.”

Palabras que resonaron como un disparo en la noche porteña, y que Battaglia no tardó en refutar, esbozando: “Entré a este proyecto con la Reserva. Lo de la Primera vino después, no por capricho”. Al soltar este argumento, el exentrenador deja claro el contenido de una interna, destapando la verdadera esencia del conflicto que ha llevado a la balanza a decidir entre lealtades, promesas y traiciones.

En este marco agitado de críticas, Battaglia se despacha diciendo que se siente dolido por la forma abrupta en que fue despedido: “Me duele la manera en que me fui del club, lo lento del proceso. Las formas no fueron las correctas”. Estas palabras, cargadas de desilusión, abren una puerta a la reflexión sobre la fragilidad de las relaciones en el ámbito del fútbol.

El exentrenador también se permite romper el silencio acerca de la relación que sostuvo con Cascini, asegurando que en caso de un encuentro, lo saludaría. Sin embargo, deja claro que no olvida la manera en que se han dado las cosas: “Cada uno sabe cómo actúa en la vida como dijo él”.

Nos encontramos con un conflicto que ceñía a los aspectos futbolísticos. Battaglia relata las tensiones en torno a la alineación de jugadores como Varela, quien pasó de ser suplente a titular indiscutido; la situación genera un cortocircuito entre el Consejo y el cuerpo técnico, una muestra de cómo el pulso del liderazgo puede ser alterado por decisiones que parecen estar más allá del campo de juego.

El desenlace trágico de este drama administrativo concluyó con la salida de Battaglia, todo tras la eliminación en la Copa Libertadores, un torneo que simboliza tanto la pasión como la frustración en el deporte. En una línea final que electriza la escena, Battaglia niega que dirigir la Primera de Boca haya sido un “sueño” y, con determinación, sentencia: “Fue un orgullo y una gran responsabilidad, pero ganamos campeonatos, no fue un sueño, fue un desafío”.