Boca Juniors se Adjudica el Título: La Arquera del 2024 que Desmantela la Red del Rival

El eco de la pasión resuena en cada rincón de La Bombonera, y no solo en el fútbol. En un espacio que solía estar reservado para los gritos de los hinchas, ahora se alza con fuerza una figura que a veces queda a la sombra del balompié: Ruth Fernández, una guardameta cuya sensibilidad y dedicación han transformado el hockey de Boca Juniors en una auténtica declaración de intenciones.

“Es una mezcla de emociones que estallan en mi pecho, difícil de describir con palabras. Las lágrimas fluyen, y no es para menos”, revela la arquera, quien ha construido su carrera sobre bases sólidas de esfuerzo y resiliencia. Con cada palabra, Ruth nos transporta a un viaje emocional que apenas comienza a florecer.

Con una trayectoria que abarca clubes icónicos como su tierra natal, La Plata, y a través de la Universidad Nacional, Ruth hace hincapié en el honor que siente por defender los colores de Boca. “Hoy poder vestir la Azul y Oro es un orgullo y una bendición”, expresa con humildad, como quien recibe un regalo en medio del caos.

A medida que el fin de año se acerca, Ruth se muestra optimista respecto a sus logros. “Habíamos hablado con las chicas y nos sentimos como la valla menos vencida del campeonato, pero yo tenía la meta de quedarme con 12 goles en total, el número perfecto”, comparte entre risas, entregándonos una visión de camaradería y valentía.

El camino que eligieron es difícil, pero la recompensa es innegable. Las palabras de Ruth resuenan, y nos recuerdan el sacrificio que implica formar parte de un equipo que ha crecido junto a cada entreno y cada lágrima. “Sentimos que estamos formando bases muy sólidas para seguir creciendo”, afirma, dejando claro que Boca busca no solo mantenerse, sino ascender en el panorama del hockey femenino argentino.

El equipo de Boca no se detiene ahí. La llegada de Mariela Antoniska, una de las figuras más emblemáticas de la historia del hockey argentino, ha hecho del entorno aún más vibrante. “Era algo que no estaba en mis planes, y ahora tengo la fortuna de aprender de ella”, reflexiona Ruth, como si cada palabra estuviera tejida con hilos de admiración y respeto.

Finalmente, Ruth remarca la importancia del hockey amateur en el mundo deportivo. “He esperado diez años para que Boca tuviera hockey, y ahora veo una oportunidad única para expandir la identidad atlética del club”, concluye, dándonos una lección sobre pasión y dedicación, demostrando que el amor por el deporte va más allá de la camiseta que se viste.