Colapinto y su lucha con Alpine: un gran logro empañado por los problemas del equipo
Publicado: 29 / 06 /2025SPIELBERG, Austria (enviado especial).- Tras las alentadoras impresiones dejadas en la carrera de Canadá, Franco Colapinto se presentaba con expectativas renovadas en el mágico escenario de Spielberg. Los robustos austriacos, ataviados como auténticos tiroleses, comenzaban a disfrutar del calor veraniego, con temperaturas alcanzando los 29 grados, mientras el sol brillaba con fuerza.
En contraste con los equipos rivales que mostraban un rendimiento ascendente, el equipo Alpine enfrentaba dificultades. Con Lando Norris y Oscar Piastri liderando la práctica, Pierre Gasly ocupaba la quinta posición, mientras Colapinto caía al 20º lugar en la FP2, a 1.596 segundos de Norris. Una jornada que comenzaba a desenmascarar los desafíos que el joven piloto argentino debía afrontar.
Colapinto, ya experimentado en la montaña rusa emocional de la Fórmula 1, reflejaba su frustración tras la primera jornada. Con su toalla marrón oscura en mano, admitía: “No me sentí muy cómodo, especialmente en las curvas rápidas, que deberían ser mi fuerte”. Su honestidad era un recordatorio de los retos que implican estas competiciones; su dependencia del rendimiento de su auto se tornaba cada vez más evidente.
Durante la sesión, los ingenieros de Alpine realizaron ajustes en el eje delantero de su vehículo, esperando que la noche ofreciera las soluciones necesarias para restaurar el equilibrio y la tracción. Mientras eso sucedía, la zona de “chill out” del paddock, organizada por la marca de bebidas energéticas, ofrecía un contraste cómico con el vigoroso ambiente del circuito. La música de un acordeón vibraba en el aire mientras pilotos y personajes insólitos se entremezclaban, creando una atmósfera casi operística.
En ese contexto, María Catarineu, una figura clave en la carrera de Colapinto, mostraba una calma peculiar, ya que un rumor interno sostenía que, a pesar de las dificultades, el piloto argentino no estaría en la cuerda floja. Se decidió que el GP de Austria no sería su examen final; el joven talento tendría más oportunidades para demostrar su valía.
Colapinto había manifestado su intención de adaptarse y progresar con el auto, reafirmando su compromiso semana a semana. Las palabras de confianza resonaban por los paddocks. Mientras tanto, la presión aumentaba para que los ingenieros de Alpine reconfiguraran el coche, priorizando la mejora técnica sobre cambios abruptos en el equipo. Jack Doohan, piloto reserva, observaba desde un costado, lidiando con su desilusión.
La jornada, que había comenzado con un clima moderado, se tornaba más desafiante. A medida que el sol declinaba, los registros de los pilotos no mejoraron significativamente. Colapinto y Gasly se encontraban en una lucha constante, ambos incapaces de encontrar el equilibrio necesario para destacar. A pesar de que cada piloto probaba diferentes configuraciones de neumáticos, la desesperación comenzaba a asomarse en la escuadra.
En el silencio del hospitality de Alpine, la noche caía sobre Spielberg. Con la presión palpable, ingenieros y pilotos se preparaban para otro día de trabajo intensivo; las luces del paddock brillaban, reflejando tanto la ambición de superación como las dificultades que el equipo debía resolver.
Datos relevantes:
-
Dificultades en el rendimiento: Colapinto comenzó en un prometedor 16° lugar en la práctica, pero su desempeño se desplomó al 20° durante la FP2, revelando problemas de adaptación con su auto, especialmente en curvas rápidas.
-
Influencias externas: María Catarineu, su manager, juega un papel crucial en su carrera, ya que se confirmó que Colapinto no enfrentaría la presión de ser evaluado en el GP de Austria, lo que le brinda una segunda oportunidad para demostrar su valía.
- Estrategia de equipo: Alpine decidió centrarse en la mejora del auto y no realizar cambios de pilotos por motivos de ansiedad, lo que permite a Colapinto continuar desarrollándose en el equipo sin la presión inmediata de resultados desfavorables.