“Del mate a la Bombonera: una pasión que se vive en cada rincón del fútbol argentino”.
Publicado: 22 / 01 /2025El fenómeno de los videojuegos, el streamer estadounidense Jason Watkins Jr., conocido en el vasto universo digital como “I Show Speed“, aterrizó este martes en Buenos Aires por primera vez. En un giro de eventos digno de una película de acción, al mismo tiempo que celebraba su vigésimo cumpleaños, este joven de 20 años desató una oleada de fervor en las calles porteñas con una transmisión en vivo que se viralizó al instante.
La emoción comenzó al ver a Speed descender de una combi en el corazón de la ciudad. Su primera mirada fue hacia un mural de Lionel Messi, su “archienemigo”, una figura que se erige en lo más alto del fútbol argentino, mientras que él se mantuvo fiel a su ídolo, Cristiano Ronaldo. Este contraste no solo define su inclinación futbolística, sino que ilustra la rivalidad que mantiene con el astro argentino en el imaginario de millones de seguidores.
Mientras caminaba por el bullicioso centro, se encontró con un grupo de fanáticos que, con la energía de una marea humana, lo rodearon, y un grupo de percussionistas lo recibió con ritmo, sumergiéndolo de lleno en la cultura argentina. Lo que comenzó como un simple recorrido se transformó en un festín de alegría e interacciones vibrantes.
La aventura de Speed en La Boca: entre hinchas y emociones
Speed avanzó hacia el icónico barrio de La Boca, donde el ambiente se tornó electrizante. En Caminito, un emblemático callejón famoso por su colorido y cultura, se desató el primer gran revuelo: al entrar en una tienda de camisetas, se topó cara a cara con integrantes de la barra brava de Boca Juniors, incluyendo a su líder, Mauro Martín. Durante este encuentro, el streamer, en un acto de camaradería, intercambió su camiseta de Argentina, adornada con el número 7 en honor a su ídolo CR7, por una suplente de Boca con el número 12. Sin embargo, lo que debería ser un recuerdo festivo se tornó en caos cuando su camiseta fue robada, desatando un torrente de furia y sorpresa que resonó entre los fanáticos que lo rodeaban.
Buscando mitigar el alboroto, los hinchas lo condujeron a la legendaria Bombonera. Allí, Speed tuvo su momento de gloria, caminando por el césped sagrado, respirando el aire de un templo futbolístico. Lo que siguió fue un momento hilarante en el que, al pasear en motocicleta por las calles de este vibrante barrio, fue frenado por la policía por no usar casco, un recordatorio irónico de que incluso los íconos digitales deben respetar las reglas.
Después de recorrer La Boca, Speed hizo una última parada en Puerto Madero, continuando con su transmisión en vivo con la meta de alcanzar los 35 millones de suscriptores. Con el fervor de sus seguidores marcando el ritmo, logró cerrar la jornada con un incremento de 125 mil suscriptores, alcanzando finalmente la cifra deseada. La celebración culminó en un bar porteño, donde su pareja apareció sorpresivamente con una torta, envolviendo la noche en un ambiente de camaradería y festejo, un reflejo de la conexión entre el influencer y sus fans.