El campeonato profesional de fútbol argentino está en plena agitación. A medida que se completan las primeras 16 fechas, Talleres y San Martín de San Juan parecen estar al borde de un abismo, a un paso de perder la categoría.

El Apertura ha cerrado sus puertas para aquellos equipos que no pudieron avanzar a los octavos de final, y ahora todos miran al Clausura. Muchos se juegan su futuro en él, buscando evitar el descenso, una situación precaria que este año es aún más crítica, ya que habrá dos descensos: uno por la tabla anual y otro por los promedios.

En este instante, si se detuviera la competencia, San Martín de San Juan y Talleres caerían a la Primera Nacional. San Martín se posiciona como una sombra al final de la tabla, mientras que Talleres, campeón de la Supercopa Internacional, se hunde en el penúltimo puesto con 13 puntos, un fiasco monumental dado su palmarés reciente.

¿Qué sucedió? La realidad de Talleres, bajo la dirección de Leandro Romagnoli, es sombría. Pese al título en la Supercopa, el equipo acusa un rendimiento vencido. La salida de Pablo Guiñazú, quien reemplazó al Cacique Medina, no hace más que evidenciar la crisis interna. Sin rumbo claro, la institución está a merced de su destino.

Con 16 jornadas aún por disputarse, el equipo se aferra a una leve esperanza, pero los fantasmas acechan. No son los únicos en la cuerda floja; entre otros, Aldosivi, Sarmiento, y Banfield también temen por su futuro. Este último, aunque dejó una leve impresión de mejoría, se encuentra al borde del abismo, dividiendo sus puntos por debajo de lo que podría salvarlo.

En la tabla anual, San Martín es el más comprometido con solo nueve puntos, y abajo aparece Talleres, acechado por Central Córdoba, que se posiciona 18° con solo cinco puntos por delante. La lucha es feroz, no es solo una mera tabla, es la supervivencia misma de estos clubes que han hecho historia.