Deyverson calienta el clima: provocaciones a River y guiños hacia Boca antes de la semifinal
Publicado: 30 / 10 /2024Deyverson desató su juego antes del pitazo inicial del polémico Wilmar Roldán. El intrépido delantero del Atlético Mineiro, con su ostentoso despliegue, se hizo notar en la Argentina desde su llegada al Estadio Monumental, burlando a la tensión de la previa y, con gestos provocadores hacia el eterno rival del Millonario, Boca Juniors, encendió chisporroteos entre los hinchas.
La plataforma deportiva ESPN hizo vibrar las redes con un video que mostraba, desde lo alto del ómnibus que transportaba al equipo brasileño, una bolsa que, según informaron, contenía una camiseta de los Xeneizes, regalo de un fanático. Un desplante que alcanzó el clímax con la llegada del micro al estadio, donde el ex futbolista del Palmeiras se permitió una clara referencia al equipo de Fernando Gago al extender su brazo de una manera inequívocamente burlona, evocando la famosa franja amarilla de Boca, en un gesto que caló hondo en la afición y provocó una corriente de indignación en el bando rival.
La conexión entre Boca Juniors y Deyverson cobraba más vida con el abrazo del destino tras un video viral que mostró a un juvenil de Boca, Román Ferreira, replicando un movimiento emblemático del brasileño durante la semifinal de la Copa Libertadores en Belo Horizonte. “Gracias por tanto cariño”, comentó el arietista de 33 años, quien, con sus dos goles y una asistencia para Paulinho en la histórica victoria de 3-0, selló su estatus de ídolo en la plantilla entrenada por Gabriel Milito.
Deyverson, con ansias de caminar la Bombonera, ya había compartido su sueño con Olé: “Si un día me suena el teléfono y me dicen: ‘Deyverson, vení a jugar a Boca’. ¡Pfff…! Sería una ilusión jugar ahí, con Felipe Melo, ¡imagínate!”, confesó este talentoso delantero, que lleva en su corazón el legado de Diego Maradona y la historia de grandes como Carlitos Tevez y Juan Román Riquelme. La locura de jugar con el canto de los hinchas resonando en un estadio que es puro fervor, una verdadera promesa que espera ser cumplida.