El acuerdo entre los entrenadores del Inter y el Estrella Roja para cierres del partido en la Champions

El fútbol, ese teatro de pasiones desbordadas y sueños truncos, nos regala una vez más una escena que trasciende lo habitual. Durante el épico choque entre el Inter y el Estrella Roja por la segunda fase de la Champions League, una decisión sin precedentes puso en entredicho la inquebrantable presencia del VAR en el deporte rey: los entrenadores, en un gesto de camaradería inesperada, acordaron jugar los últimos 15 minutos sin tecnología de asistencia.

Con la balanza inclinada a favor de los locales, quienes imponían un contundente 3-0 en el marcador, el delantero iraní Taremi aguardaba en el punto penal, mientras las dudas comenzaban a agitarse entre los hinchas del San Siro. La paciencia del atacante se tornó en incertidumbre, y fue Lautaro Martínez, capitán del Inter, quien se acercó al árbitro para desentrañar el misterio.

El árbitro del encuentro, el alemán Feliz Swayer, reveló a Lautaro que el VAR había fallado y no podía validar la jugada. En un acto de sabiduría y camaradería, los técnicos Simone Inzaghi y Vladan Milojević decidieron dejar atrás la polémica y permitir que el encuentro se desarrollara como en los tiempos añorados, en una era pre-VAR. En ese contexto, Taremi tuvo la oportunidad de convertir su penal y sellar una goleada que se antojaba inminente.

Así, el fútbol regresó a sus raíces, donde el arte de jugar se antepuso a la fría tecnología. Sin el apoyo del videoarbitraje, se jugaron los restantes 10 minutos y otros 5 agregados, transcurriendo un tiempo donde las decisiones eran, nuevamente, exclusivamente humanas.

Y como no podía faltar, Lautaro Martínez se hizo presente en el desenlace del partido. El “Toro” se erigió como goleador a los 71 minutos, contribuyendo a la aplastante victoria de 4-0 y, de paso, asegurándose un lugar en la historia del club: se posiciona como el segundo máximo goleador histórico del Inter en Champions, acumulando 13 tantos y a solo un grito de alcanzar al legendario Adriano.