El Barcelona se queda con un firme 1-0 contra el Getafe y sigue sumando triunfos en LaLiga.

Una vez más, el FC Barcelona ha salido victorioso del Estadio Lluís Companys, un escenario que se ha convertido en un templo de emociones. Aunque el espectáculo no se decoró con grandes goles ni jugadas deslumbrantes, lo que se presenció fue la firmeza de un equipo sólido, capaz de dominar el juego sin florituras, y un autor inesperado en el marcador: Robert Lewandowski. Con un gol importante que suma a su cuenta personal, el polaco desfiguró la esperanza del Getafe, un equipo que, a pesar de luchar con todas sus fuerzas, no logró igualar el encuentro hasta el último acto. Voces de la cantera, una vez más, han llevado al Barça hacia una racha ininterrumpida de victorias en el torneo doméstico.

Un apretado calendario obliga a los grandes a hacer malabares con sus plantillas, y Julian Nagelsmann, el técnico culé, está consciente de ello. Entre las rotaciones, un nombre destaca: Lamine Yamal, el joven prodigio que, según el entrenador, no necesita descanso. Sin embargo, la inquietud es palpable en las gradas; los aficionados anhelan que la estrella no se sume a la extendida lista de lesionados del FC Barcelona. Eso sí, la verdadera preocupación radica en la portería, que se quedó desprotegida tras la alarmante lesión de Marc-André ter Stegen, quien sufrió una rotura completa del tendón rotuliano de su rodilla derecha, lo que lo tendrá fuera de acción durante más de medio año.

Ante esta catástrofe, el arco será defendido provisionalmente por Iñaki Peña, mientras la directiva explora posibles refuerzos en el mercado. En el banquillo, Nagelsmann optó por rotar su alineación frente a un Getafe que, dirigido por José Bordalás, no se dio por vencido y presionó a pesar de las adversidades. En el primer tiempo, el Barcelona se mostró eficaz, con Lewandowski abriendo la cuenta a los pocos minutos gracias a una jugada colectiva, mientras el Getafe buscaba el empate con desespero, sin suerte ante la muralla culé.

Así, en uno de esos momentos donde el tiempo parece detenerse, Lamine Yamal, el joven diamante culé, recibió el balón en su banda derecha. Con una respuesta casi instintiva, cedió el esférico a Koundé, quien lo acompañaba en un movimiento audaz. El centro al área fue interceptado por el portero rival, David Soria, que, en su intento de despeje, se lo regaló a Lewandowski, quien con su olfato goleador no perdonó. Era el 1-0 y todavía quedaba un mundo por delante. El Getafe, con el talento de Uche al mando, se lanzó al ataque en busca del empate, pero su esfuerzo fue vano. Iñaki Peña desbarató las tentativas con maestría, mientras los locales se aferraban a su ventaja como un náufrago a su tabla en un mar de tempestad.

El segundo tiempo continuó la misma tónica: más oportunidades para el Barcelona, un Getafe que no cejaba en su empeño, todo orquestado por el talento y ritmo de Yamal, cuyo disparo se estrelló contra el poste, recordando a los viejos tiempos de un tal Leo Messi en el campo. A medida que el tiempo se esfumaba, la ansiedad crecía. Los visitantes, ansiosos por rasguñar al menos un punto, se lanzaron en busca de la gloria, pero sus intentos quedaron infructuosos. El árbitro sellaba el final del encuentro, y el marcador permanecía en un 1-0, resultado que consolidaba la solidez del Barça, que avanza firme a pesar de las ausencias y el clima adverso.