El crack de Atlético Mineiro que ansía jugar en Boca y se mide a River en semis: ‘Sueño con que Román me llame’
Publicado: 26 / 09 /2024Una figura enigmática y fundamental. Deyverson es ese jugador que trasciende lo ordinario, designado por el destino para sobresalir en los momentos cruciales. En el insignificante rincón del fútbol brasileño, el delantero que una vez alzó la Copa Libertadores junto al Palmeiras se ha convertido en un referente en el Atlético Mineiro. Su llegada, un respiro de aire fresco para el club de Belo Horizonte, se tradujo en goles decisivos, incluyendo dos dianas que eliminaron al Fluminense —defensor del título— en los cuartos de final de la competencia continental.
En la encrucijada de la semifinal, se alzará la tensión al enfrentarse a River Plate, un choque electrizante que promete ser una prueba de fuego para Deyverson, especialmente con su ferviente devoción hacia Boca Juniors. Este no es solo un partido de fútbol; es una cuestión de ardor, de sueños ocultos, donde el delantero anhela fervientemente un futuro con el club dirigido por Juan Román Riquelme.
El eco de un deseo: Deyverson en el Atlético Mineiro
En octubre, cuando Boca se preparaba para enfrentarse al Palmeiras, su antiguo equipo, Deyverson compartió en una entrevista con Olé un testimonio crudo y sincero sobre su anhelo de jugar para el Xeneize. “Si un día me suena el teléfono y me dicen: ‘Deyverson, vení a jugar a Boca‘. Pfff… Me gustaría porque soy un jugador de ir al frente, y veo que Boca tiene mucho de eso”, reveló, dejando entrever que su historia personal no es simplemente futbolística, sino un viaje emocional en busca de una pertenencia.
Poco después, se le preguntó sobre la posibilidad de recibir una llamada de Riquelme. La respuesta de Deyverson fue un torrente de emoción: “Imaginate a Riquelme hablando conmigo, me pondría los pelos de punta. Sueño que me llame. Sería una locura”. Con admiración, elogiaba a una leyenda que marcó el rumbo del fútbol argentino y cuya figura representa el epítome del sueño de todo joven futbolista.
En la misma charla, Deyverson no se inhibió de compartir su deseo de jugar en la mítica Bombonera: “Tengo muchas ganas. Le tengo mucho cariño a la Bombonera por Maradona y todo lo que hizo a nivel mundial”. Fue allí, en el crucero de sus pensamientos, donde se dibujaron imágenes de él y Felipe Melo, su compañero en Palmeiras, vestirse de azul y oro, uniendo fuerzas en busca de gloria. El fervor de un hincha vuelto jugador, un viaje que en sus palabras se tornó épico.
Poco a poco, las palabras de Deyverson se convirtieron en promesas de emoción. “Me largo a llorar. Sería un lago de lágrimas”, evocando la posibilidad de que la Bombonera lo recibiera como uno de los suyos. El fervor de los hinchas de Boca, al que describió como “enamorados del club”, le despierta un torrente de admiración y deseo. En sus viajes, las memorias de Buenos Aires, comparadas con Madrid, le dejaron una huella imborrable, especialmente el instante en que pudo visitar la Bombonera y anhelar ser parte de ese templo sagrado del fútbol argentino.
Finalmente, en una conversación que desbordó pasión, Deyverson no dudó en expresar qué significaría conquistar la Libertadores con Boca: “Pfff, te lo juro por Dios, ser campeón de la Libertadores y llegar a la Bombonera con todos los hinchas cantando sería una locura de la hostia. Ojalá, ojalá pueda jugar en Boca y ganar la Libertadores”. Las palabras de un soñador, un guerrero del fútbol que no pierde la esperanza de abrazar a su verdadero amor en el campeonato más codiciado de América.