El Kily contó que dejó su cargo en Unión.

Unión vibró de alegría en su campo tras lograr una triunfante victoria 1 a 0 sobre Central Córdoba. Esta victoria no solo moviliza el espíritu de la hinchada, sino que también saca al Tate de la última posición en la Zona B, otorgándole un nuevo aliento en la lucha por la permanencia en la Primera División. La euforia fue tal que el entrenador, Cristian González, aprovechó el momento para hacer una reflexión respecto a la dura caída sufrida recientemente ante Aldosivi en Mar del Plata.

“No ganábamos desde hace tiempo. Sí, en la Copa contra Cruzeiro, pero la carga del descenso se siente. Esta victoria nos saca un peso de encima”, confesó con la sinceridad que lo caracteriza el Kily. Cuando se le preguntó sobre la actitud de sus jugadores, él, visceral como siempre, afirmo: “Siempre responden los pibes. Tuve que hablarles seriamente, incluso les dije ‘me voy’. Hay momentos donde uno debe tomar el control”. Las palabras del técnico incendiaron la conversación en la sala de prensa, donde mostró su lealtad inquebrantable hacia su plantel. “Lloramos durante una hora y media tras el partido con Cruzeiro, necesitábamos ese desahogo”, recordó.

El Kily continuó: “Nos reunimos tras la derrota con Aldosivi. Necesitaba escuchar sus voces, una caricia de aliento, más allá de mis dudas. Al final del encuentro, se pronunciaron todos: estaban conmigo en cuerpo y alma. Mis palabras son inmensas, pero los quería ver actuar en la cancha. Y hoy lo hicieron”, se entusiasmó el conductor tatengue, subrayando que la victoria debe ser un trampolín hacia un cambio profundo.

“Tuvimos partidos vergonzosos. Errores que parecen de principiantes y esta incapacidad de convertir. Ahora encontramos una senda, y eso debe fortalecernos”, dijo el Kily con el ardor de un guerrero. La tristeza por ver a Unión en la parte baja de la tabla lo consumía: “Ver a Unión abajo me llena de rabia. No es nuestra verdadera posición. En el fútbol, si no conviertes, estás destinado a perder. Hay que habituarse a ganar; no hay otra receta”, concluyó con la energía renovada de quien ha sobrevivido a una tormenta.