Elon Musk provoca una crisis en la Royal Society pero sigue siendo miembro

Miembros de la Royal Society del Reino Unido han instado a la prestigiosa academia científica a “redoblar sus esfuerzos para abogar por la ciencia y los científicos” en medio de una controversia sobre uno de sus miembros: Elon Musk.

En los últimos nueve meses, muchos científicos han expresado su preocupación por el comportamiento del controvertido multimillonario, que ha sido calificado de “amenaza para la ciencia”.

Una reunión celebrada el lunes por la noche no resultó en la expulsión del Sr. Musk, pero ha arrastrado a la academia científica más antigua del mundo a una divisiva disputa política.

La campaña para revocar la membresía del Sr. Musk se centra en sugerencias, de un creciente número de becarios, de que las acciones del multimillonario son “incompatibles” con el propio código de conducta de la sociedad.

El Sr. Musk ha supervisado recortes de financiación sin precedentes para la investigación científica en EE.UU., en su rol de liderazgo en el Departamento de Eficiencia Gubernamental del presidente Trump (o Doge)

También se le acusa de compartir desinformación en su plataforma de redes sociales, X.

Tras la reunión, la Royal Society abordó esos temas, declarando que los miembros presentes estaban particularmente preocupados por el destino de los científicos en EE. UU. “en medio de amenazas de fuertes recortes en la financiación de la investigación”.

Se acordó “estudiar posibles acciones adicionales” para “contrarrestar la desinformación y los ataques ideológicamente motivados contra la ciencia y los científicos”.

La BBC entiende que se enviará una carta al Sr. Musk desde la Royal Society.

Han pasado 250 años desde que se expulsó a un miembro de la Royal Society: el científico y escritor alemán Rudolf Erich Raspe, acusado de robo y fraude.

Por eso, la grieta entre los miembros, causada por el Sr. Musk y sus pronunciamientos públicos, podría ser un punto de inflexión histórico para esta academia científica tan elitista.

Dos eminentes científicos han renunciado a sus membresías en protesta: la Dra. Dorothy Bishop de la Universidad de Oxford y el Prof. Andrew Millar de la Universidad de Edimburgo.

Más de 3,300 científicos también han firmado una carta escrita por el profesor Stephen Curry, profesor emérito de biología estructural en el Imperial College London, que expresó “profunda preocupación” por la beca del multimillonario y el “silencio continuo y la aparente inacción” de la sociedad respecto a la controversia.

El Prof. Curry dijo a la BBC que se alegraba de que la sociedad hubiera reunido a los becarios para discutir estas preocupaciones.

Sin embargo, añadió que estaba “decepcionado de que hasta ahora solo hayan dado una declaración muy breve resumiendo la reunión”.

“No menciona al [miembro] cuyas acciones contrarias a su código de conducta lo han impulsado”.

La Dra. Dorothy Bishop, profesora emérita de neuropsicología del desarrollo en la Universidad de Oxford y la primera en renunciar sobre el tema, dijo a la BBC que había presentado quejas a la Royal Society dos veces el año pasado.

“En ambas ocasiones consultaron con abogados, y bien podría ser el caso de que los abogados estén preocupados por la posibilidad de una acción legal”, dijo.

Hay más de 1,700 miembros de la Royal Society y más de 60 de ellos han firmado la carta del Prof. Curry. Muchos más han expresado su preocupación sobre el comportamiento del Sr. Musk.

Pero hay muchos académicos, investigadores y miembros de la Royal Society que no desean que el divisivo multimillonario pierda su membresía.

El ganador del Premio Nobel, el Prof. Sir Andre Geim de la Universidad de Manchester, dijo: “Musk es ciertamente un excéntrico, pero sus logros superan a los de cualquiera de sus críticos en la Royal Society. Muy pocos pueden decir que lograron lo mismo en sus vidas.”

Otros científicos que hablaron con la BBC señalaron que un intento de retirar la membresía del Sr. Musk podría verse como una interferencia política y una restricción a la libertad de expresión.

Pero el Prof. George Efstathiou, de la Universidad de Cambridge, desestimó ese argumento.

Los miembros, dijo, “deberían al menos tener respeto por la verdad”.

“Si alguien tiene un desprecio por la verdad y dice cosas que son obviamente falsas, entonces eso habla de sus estándares éticos”, agregó. “Eso no es político.”

Fiona Fox es directora ejecutiva del Science Media Centre, que trabaja con periodistas y científicos para promover “información precisa y basadas en evidencias” en la cobertura científica. Fue elegida como miembro de la Royal Society en 2023.

La Sra. Fox dijo a BBC News que estaba preocupada por lo que estaba sucediendo en la comunidad científica de EE. UU., pero cuestionó si expulsar al Sr. Musk lograría los objetivos generales de la Royal Society de educar y avanzar en la investigación científica.

“Hay cosas aterradoras que se están haciendo en los EE. UU. – eliminando conjuntos de datos, eliminando páginas web de datos. Esto es conocimiento. Esto es de propiedad universal.

“Hay un clima de miedo en el que la gente está autocensurándose. Quiero decir, es absolutamente aterrador”, dijo.

El Sr. Musk no ha respondido a las solicitudes de comentarios que ha enviado la BBC News a través de sus empresas, Tesla y SpaceX.