En Misiones creen que el cambio de rumbo de los senadores fue por pedido de la Casa Rosada y apuntan a Caputo.

POSADAS.- Misiones se centra en el ojo del huracán político tras la sorprendente decisión de los senadores Sonia Rojas Decut y Carlos Arce, quienes traicionaron lo que parecía un acuerdo inquebrantable y votaron en contra de la esperada aprobación del proyecto de ficha limpia.

Tres fuentes cercanas al exgobernador Carlos Rovira y al actual mandatario, Hugo Passalacqua, aseguran que este cambio de postura fue una orden directa de la Casa Rosada, señalando al influyente asesor presidencial Santiago Caputo como el encargado de impartir la directiva.

A lo largo de su carrera, Carlos Rovira, considerado el titán que ha gobernado Misiones durante casi 25 años, ha manejado con mano firme la política provincial, asegurándose de que su tropa actuara con total obediencia. En este contexto, los senadores Rojas Decut y Arce no son más que peones en el tablero, similares a cómo Chicho Serna, Marcelo “Chelo” Delgado o Raúl Cascini operan en el Consejo de Fútbol de Boca Juniors: ellos jamás actuarían en contra de los dictados de su líder.

La deslealtad al proyecto de ficha limpia dejó perpleja a la oposición. “Los vi irse corriendo, nadie esperaba este cambio de parecer”, destacó el senador opositor Martin Goerling, mostrando la incredulidad que reina en la política misionera. La decisión de los senadores ha sido crujiente, y en las calles de Misiones, el clamor por explicaciones se intensifica.

Desde la votación, Rojas Decut y Arce han cerrado filas; sus teléfonos silban, y sus colaboradores muestran un hermético silencio ante la prensa nacional. “Las acciones han hablado más que las palabras”, reclama Goerling, quien se esfuerza en sopesar los próximos movimientos en un panorama político confuso.

En contradicción a sus declaraciones recientes sobre la necesidad de mayor transparencia en la política, Rojas Decut afirmaba hace un mes: “Este país merece que se sancione esta ley”. Ahora, sus palabras resuenan como un eco lejano, pronunciadas por alguien que se esconde tras el velo de sus tacticas.

Rovira orquesta su estrategia

Carlos Rovira no ha estado inactivo. Esta tarde, convoca a su equipo en lo que se conoce como “la previa”, una reunión que opera como la última palabra política antes de las sesiones en la Legislatura. Con el temor al avance de Javier Milei, que ya ha cimentado su poder en la provincia, el juego de la Renovación se vuelve más calculado y peligroso.

McLuhán podría haberlo dicho: el medio es el mensaje, y en Misiones, donde la obsecuencia a la Casa Rosada es casi un arte, Rovira le confiere a su partido un nuevo matiz al acercarse cada vez más a las posturas libertarias, mientras no deja de lado la historia de poder que ha cultivado.

Sospechas en el aire

La dinámica de la votación revela que, desde meses atrás, sus decisiones se veían venir. Todo el mundo en el ámbito político misionero sabía que Rojas Decut y Arce tendrían un peso crucial en esta votación. La noticia de su determinante decisión llegó a paralizar cualquier expectativa positiva que los ciudadanos tenían respecto a la ficha limpia.

Aquí surge la pregunta: ¿qué se gana al frustrar esta ley? A medida que Milei forja su camino por territorio misionero, Rovira parece estar sellando un pacto que, bajo promesas nunca oficiales, lo libera de las incertidumbres del futuro.

A medida que avanza el tiempo, “la Renovación misionera” se muestra cada vez más conforme con la Casa Rosada, apoyando cada iniciativa del gobierno federal, buscando un contexto donde garantizar su vigencia. Misiones se convierte así en un espejo de lealtades en una política donde la traición no tiene nombre.