Enfrentamientos y disturbios en el Congreso tras la confirmación del veto de Javier Milei en Diputados: tres arrestados

Apenas después de la votación en Diputados que dejó firme el veto de Javier Milei a la reforma jubilatoria, una serie de incidentes comenzaron a registrarse en los alrededores del Congreso. Un grupo de manifestantes derribó una de las vallas de contención y se cruzó con la Policía, en medio del operativo del Ministerio de Seguridad. Según fuentes oficiales, hubo 3 detenidos por agresión y resistencia a la autoridad. Además, se registró una docena de personas heridas.

A las 15:44, cuando se conoció el resultado de la votación en Diputados, manifestantes de las agrupaciones de izquierda MAS y PTS derribaron las vallas en Entre Ríos y Rivadavia. Un reducido grupo logró acercarse a uno de los accesos al Congreso.

Las fuerzas de seguridad empezaron a avanzar y se escucharon detonaciones.

Camiones hidrantes y diferentes formaciones de seguridad realizaron movimientos para hacer retroceder a los manifestantes, algunos de ellos con una bandera del MAS. Dos mujeres intentaron impedir el avance policial, sentándose y acostándose en medio de la calle.

En plena tensión, dos mujeres intentaron evitar el avance de los agentes motorizados, sentándose y acostándose en medio de la Avenida de Mayo. “Me voy a quedar en el piso, todos tenemos que estar en el piso. Nos están matando, la necesidad es muy grande. No me voy a ir”, dijo una de ellas, con guardapolvo de enfermera. Agentes forcejearon con al menos una de las mujeres, apartándola de los brazos.

Ese momento, inmediatamente después de la votación, fue el más crítico. “Derriban el vallado e intentan entrar al Congreso. Alcanzaron la puerta por la que ingresan los diputados, pero Gendarmería logró hacerlos retroceder”, dijo Alejandra Monteoliva, secretaria de Seguridad de la Nación. Hubo patadas y golpes contra la puerta.

Desde el final del tratamiento del proyecto vetado por Milei, pasadas las 15:35, la mayoría de las columnas se retiraron, quedando solo grupos aislados reclamando e insultando a los efectivos.

A las 16:47, cuando todo parecía calmarse, sobre Solís, hacia Rivadavia, donde avanzaban policías motorizados, volvieron a escucharse detonaciones y se produjeron forcejeos entre manifestantes y oficiales.

Palos de madera comenzaron a ser arrojados hacia las fuerzas de seguridad, que respondieron con balas de goma, cerca de la Plaza de los Dos Congresos.

Prendieron fuego tachos de basura y algunas personas debieron ser asistidas por médicos.

Doce personas fueron atendidas por el SAME. Una prefecta sufrió golpes con “elementos contundentes” y terminó lastimada en su glúteo y en la pierna izquierda; y un agente de la Policía Federal fue derribado de su moto.

El Gobierno había desplegado desde temprano un fuerte operativo de seguridad ante la movilización en contra del veto a la Ley de Movilidad Jubilatoria, luego de incidentes en marchas anteriores de jubilados.

La protesta fue convocada a partir del mediodía por diferentes organizaciones de jubilados, sindicales, partidos de izquierda y agrupaciones piqueteras, quienes pasadas las 10 de la mañana comenzaron a concentrarse en las inmediaciones del Parlamento. La Cámpora y Axel Kicillof dijeron presentes, llegando este último a primera hora de la tarde.

Según fuentes de la Ciudad, la manifestación tuvo una concurrencia de 9 mil manifestantes. Desde Nación la calcularon en cerca de 10 mil.

El operativo a cargo del Ministerio de Seguridad, que dirige Patricia Bullrich, desplegó efectivos de las cinco fuerzas: Policía Federal, Prefectura, Gendarmería y la Policía de Seguridad Aeroportuaria.

También se formó un comando unificado para seguir de cerca el operativo y habilitaron dos unidades en el Departamento Central de Policía para los eventuales traslados de detenidos.

Según informó Nación, del operativo participaron más de 700 agentes policiales.

Las inmediaciones del Congreso también permanecieron valladas para garantizar que la sesión especial en la Cámara de Diputados, convocada por la oposición para revertir la decisión de Milei, comenzara sin problemas.

La Policía de la Ciudad de Buenos Aires se concentró en un tercer cordón, mientras que la Federal estuvo presente en un perímetro desde la avenida Callao y Sarmiento, por Callao y su continuación, Entre Ríos, hasta avenida Belgrano, siguiendo hasta San José y volviendo por Uruguay hasta Sarmiento.

La zona presentó complicaciones para circular y el personal policial realizó otros desvíos.

Pasadas las 10 de la mañana, los primeros manifestantes comenzaron a agruparse en la plaza de los Dos Congresos y en la entrada de los legisladores nacionales al Parlamento. En tanto, los móviles de la Policía y carros hidrantes también estaban desplegados.

“Nosotros tenemos una decisión, que este país tenga orden público. Las personas pueden marchar pero bajo ciertas circunstancias, hay un protocolo”, expresó la ministra Bullrich.

La funcionaria también mencionó los incidentes en las últimas marchas de jubilados y sostuvo que las mismas organizaciones que tomaban la calle hace años ahora no tienen permitido hacerlo.

Como estaba anunciado, Axel Kicillof participó de la protesta contra el veto de Milei a la reforma jubilatoria. El gobernador de la Provincia de Buenos Aires se mostró en primera fila, con otros funcionarios bonaerenses.

“Los recursos de esta ley, lo que vetó Milei, es equivalente a los impuestos que le perdonó a los más ricos de la Argentina cuando cambió bienes personales o cuando cambió el impuesto PAIS”, dijo Kicillof a la prensa.

“Acá no hay un problema de si hay plata o no hay plata, sino para qué se usa y a quién se beneficia,” añadió el mandatario provincial.

A Kicillof lo acompañaron, entre otros, la vicegobernadora Verónica Magario y el ministro de Desarrollo de la Comunidad de Buenos Aires, Andrés Larroque. También se lo vio a Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda.

El líder camionero Pablo Moyano apuntó a Patricia Bullrich por el operativo policial montado frente al Congreso: “Se quejan de la represión de Maduro en Venezuela y acá es mucho peor, les pegan a los jubilados. Esto es una vergüenza, nos hace recordar a la época de los militares”, se quejó.

Frente a las cámaras, el sindicalista volvió a calificar a la ministra de Seguridad de alcohólica. “Espero que no se esté tomando un vinito y mande a reprimir a los jubilados”, dijo Moyano.

El líder camionero además arremetió contra los cinco legisladores radicales que se reunieron con Milei en Casa Rosada y que cambiarían su voto por dinero, atacándolos como “vendidos por dos monedas”.

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