Falleció Alejandra Darín, actriz destacada dentro y fuera del escenario.

Publicado: 16 / 01 /2025

La vida de Alejandra Darín, marcada por el arte desde su niñez, está llena de pasión, compromiso y lucha por los derechos de sus colegas. Nacida en el seno de una familia con raíces teatrales, parecía casi inevitable que su destino estuviera ligado a la actuación. A los cuatro años ya acompañaba a su madre al teatro y a los nueve debutó en una telenovela junto a renombrados actores. Sin embargo, su espíritu inquieto la llevó a explorar diversos intereses además de la actuación, como la abogacía, la escritura y la escultura.

Fue presidenta de la Asociación Argentina de Actores (AAA) desde 2011 hasta el momento de su partida a los 62 años, en enero de este año. Su gestión al frente de la AAA estuvo marcada por la defensa férrea de los derechos de los trabajadores de la cultura, logrando la aprobación de la Ley del Actor en 2015, una significativa conquista que asegura la Seguridad Social y jubilación para actores y actrices.

La vocación sindical de Alejandra nació de su profunda sensibilidad social y convicciones firmes. Aunque consciente de las críticas a las que estaba expuesta, nunca dudó en luchar por lo que consideraba justo, actuando no solo en nombre de los actores, sino también por un mundo mejor. Ella misma lo expresó: “El mundo puede ser de otra manera; tiene que ser de otra manera. Merecemos vivir una vida digna”.

Su carrera fue amplísima, tanto en la televisión como en el cine, pero fue en el teatro donde Alejandra encontró el mayor placer y aprendizaje. En obras como “Esquirlas” y “Un informe sobre la banalidad del amor”, encontró significados profundos que impactaron su vida personal y profesional. Para Alejandra, el teatro era una escuela de vida y una acción colectiva, donde la escucha y el trabajo conjunto con otros eran fundamentales.

A lo largo de su vida, Alejandra defendió con vehemencia la libertad de expresión y la cultura, considerando el arte un vehículo esencial de comunicación y entendimiento humano. También señaló la importancia de respetarnos y hacer valer nuestros derechos frente a políticas devastadoras que intentan limitar la cultura.

En resumen, Alejandra Darín fue una actriz que vivió con la misma intensidad con la que actuó, siempre fiel a sus convicciones y a su compromiso social. Su legado perdura en la fortaleza que dejó para seguir luchando por un futuro de derechos, paz y dignidad.

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