Fassi recibe respaldo político tras denuncia contra Chiqui Tapia

El presidente de Talleres de Córdoba, Andrés Fassi, ha destapado una olla a presión que pocos se atrevían a tocar: la manipulación arbitral en el fútbol argentino.

Fassi ha puesto sobre la mesa una verdad incómoda que ha enmudecido a clubes y dirigentes, temerosos de represalias en designaciones arbitrales y resultados de partidos. Con la llegada de Claudio “Chiqui” Tapia al poder de la AFA, los casos de presunto favoritismo y perjuicio arbitrales han crecido exponencialmente. Las quejas de los clubes se multiplican, señalando cambios en campeonatos y descensos a conveniencia.

El escándalo estalló con el controvertido arbitraje de Andrés Merlos en el duelo entre Talleres y Boca por la Copa Argentina. “Con el manejo de los arbitrajes le das miedo a todo el mundo”, declaró Fassi, increpando a Tapia con valentía: “El fútbol está cansado de que pasen cosas raras”. Las acusaciones de aprietes y favoritismos, sumado al rechazo de la AFA hacia las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), reflejan un panorama enrarecido.

“Hay árbitros serviles que son enviados para perjudicar“, acusó Fassi, extendiendo las sospechas sobre la integridad del arbitraje.

Apoyos políticos a Fassi

El presidente de Talleres ha encontrado respaldo en figuras políticas como Mauricio Macri y el Ministro de Turismo, Ambiente y Deporte, Daniel Scioli. Ambos se manifestaron en sus cuentas de X, sosteniendo la valentía de Fassi.

¿Qué sucedió en Mendoza?

El drama alcanzó su punto álgido cuando Merlos alegó haber sido amenazado con un arma por seguridad de Fassi en el vestuario post partido. “Fassi entró con dos personas, con un arma de fuego, amenazando. Lo único que faltaba es que meta el dedo en el gatillo…”, relató el árbitro, acusando al presidente de Talleres de agresión y amenazas de muerte.

Una grabación apareció, mostrando a Merlos agrediendo a Fassi, en aparente respaldo a las afirmaciones del dirigente cordobés. “Le pregunté por qué seguía perjudicando a Talleres… la situación del gol es inexplicable”, insistió Fassi.

“Empezó a gritar y me dijo: Si quieres hablar, te invito para que vengas. Yo le dije: Con todo gusto, claro que vine a hablar”, relató Fassi, agregando que los asistentes del árbitro evitaron mayores agresiones. “Gracias a Dios hay tres policías de testigos… El señor Merlos me empieza a gritar. Él me quería agredir, pero estaban los tres policías por delante. Lo lograron meter al vestuario. Se ve que lo ingresan al vestuario, él vuelve a salir, yo estoy a cuatro o cinco metros de la puerta, viene directamente a buscarme y  me pegó una trompada en el pómulo derecho.” Al terminar la violencia, el vicepresidente Gatti también fue agredido.