Felipe Melo estalló contra la Selección de Brasil tras la paliza que le dio Argentina: “Podrían haberle hecho más goles”.

Publicado: 26 / 03 /2025

El 14 de octubre, el Estadio Monumental fue escenario de un nuevo capítulo del tradicional clásico sudamericano entre la Selección Argentina y Brasil. Un enfrentamiento cargado de pasión que, antes de que el primer tiempo concluyera con un abrumador 3-1 a favor de los locales, desató también la ira de un histórico exjugador brasileño: Felipe Melo, quien a través de las redes sociales echó fuego contra la ineficacia del conjunto visitante.

Desde las gradas, los ecos de “¡ole!” resonaban en cada jugada brillosa del equipo argentino, dejándolos en una exhibición de dominio absoluto. Brasil, titubeante y paralizado, fue objeto de la desazón de Melo, figura que aunque ha dejado el fútbol profesional, sigue representando a una hinchada que no se resigna a la mediocridad.

¡Brasil tiene que presionar!”, rugió Felipe Melo en un video que se convirtió rápidamente en viral. “Brasil necesita eso para empatar”, imploraba, haciendo eco de la incapacidad de su nación para mostrar resistencia frente al juego argentino. En su análisis, citó un momento clave: “Miren, Matheus Cunha fue, presionó, robó el balón y marcó. ¡Brasil tiene que presionar!“. Menuda ironía; el propio Cunha había capitalizado un error de Cristian Romero, quien, en el momento más crítico, parecía desbordado por la presión.

Al cierre del partido, Melo se tomó un momento para reflexionar ante la pantalla: “A los hermanos, enhorabuena, gran partido. Fue 4 a 1, pero podrían haber ganado por más, la diferencia es increíble entre ambos equipos. Un equipo muy entrenado, jugadores que se conocen, luchan cada metro del campo… y otro equipo que… difícil hablar”.

#AHORA – Felipe Melo, visiblemente frustrado, arremetió contra su Brasil: “¡MÁS PRESIÓN!” en pleno Superclásico.

“UNA DIFERENCIA INCREÍBLE” Felipe Melo, después de la derrota, se sacó el sombrero ante la Scaloneta y les aplaudió.

Los intercambios efervescentes entre Otamendi y Paredes con los brasileños

Con el cronómetro marcando 38 minutos de la primera mitad, la tensión escaló cuando Raphinha empujó a Nicolás Tagliafico tras una infracción, provocando la furia del seleccionado argentino. En medio de la revuelta, surgió Nicolás Otamendi, un guerrero en la defensa que enfrentó al delantero brasileño, gesticulando con su mano, haciendo clara alusión de que, “habla mucho” concentrado en desquitarse de las palabras previas de Raphinha, quien había prometido que “vamos a darles una paliza”.

Similar al ímpetu de Otamendi, Leandro Paredes, también estalló en medio de los intercambios, enfocándose en Rodrygo, quien aún no sabe lo que es levantar un trofeo con su selección. “Recuerda que en mi vitrina tengo dos Copas Américas y una Copa del Mundo”, le recordó, político y certero en un ambiente hostil.

Si hay algo que quedó claro en La Monumental es que este gran clásico sudamericano siempre es sinónimo de emociones desbordantes e intensas confrontaciones, y esta vez, más que nunca, la pasión del fútbol latinoamericano estuvo a flor de piel.

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