Juvenal Rodríguez revela el nuevo DT de Boca Juniors tras la pérdida de Miguel Russo.

La muerte de Miguel Ángel Russo marca un quiebre en la historia de Boca Juniors, y, al mismo tiempo, se abre una interrogante profunda sobre el futuro del cuerpo técnico del club. Claudio Úbeda asumirá la dirección del equipo junto a Juvenal Rodríguez como asistente, hasta que finalice la temporada, como fue confirmado por el propio Rodríguez en una emotiva charla radial. La dirección del club evaluará el curso a seguir después de este torneo, en un contexto donde la plantilla enfrenta uno de los momentos más difíciles de su historia reciente.

Juvenal Rodríguez, una de las figuras más cercanas a Russo, fue quien anunció esta decisión justo el día en que el club rendía homenaje al inolvidable entrenador. “Por ahora, estamos honrando su legado. Claudio será el responsable y yo su mano derecha, hasta diciembre y las finales de Liga,” precisó. Esta declaración deja claro el compromiso de continuar el camino trazado por Russo en un escenario de intenso dolor y incertidumbre.

El impacto de Miguel Ángel Russo va más allá de los resultados en la cancha. En la misma conversación, Rodríguez describió la rutina que mantenía con Úbeda y su interacción constante con Russo, quien se involucraba en cada entrenamiento. “Siempre le comunicábamos lo que sucedía, porque él seguía siendo el técnico de Boca,” relató, revelando una relación de respeto y cercanía que forjó la cultura del plantel.

La lucha personal de Russo contra la adversidad es otro relato que merece ser contado con profundidad. Rodríguez recordó una conversación significativa, donde el entrenador mantuvo su característico temple frente a sus problemas de salud: “Nunca mostró dolor. Su última respuesta a mí fue: ‘tranquilo, yo hablo con el Chelo’,” reflejando la fortaleza que definió al hombre y al profesional. “Él quería terminar su ciclo en Boca, y nunca dudó de su pasión por este club,” enfatizó.

Esta determinación, que siempre habitó en el corazón de Russo, se traduce en un fuerte sentido de pertenencia y un futuro lleno de optimismo. “Hace ocho meses, él me dijo que dirigiría a Boca en el Mundial de Clubes,” recuerda Rodríguez, quien ilustra así la visión profética de una figura que, a pesar de su inminente despedida, seguía viendo oportunidades donde otros solo percibían finalidades.

El compromiso de Russo se hizo evidente aún en sus últimos días. Rodríguez recalcó que, a pesar de las súplicas de su familia para que se quedara en casa, “él nunca se alejó del fútbol. Estaba siempre presente, en cada viaje, hasta su última internación,” marcando el legado de un verdadero guerrero del deporte.

La interinidad de Úbeda y Rodríguez asumirá la responsabilidad de terminar con el legado de Russo, buscando honrar su memoria en cada partido. Tras el aplazamiento del enfrentamiento con Barracas Central, la primera gran prueba será el 18 de octubre cuando Boca reciba a Belgrano en La Bombonera, un desafío que se asume con el peso de una historia que debe seguir escribiéndose.

El equipo, actualmente en la tercera posición del Grupo A con 17 puntos, a solo dos del líder Defensa y Justicia, acumula a su vez 50 unidades en la Tabla Anual, asegurando su lugar en la próxima edición de la Copa Libertadores. El espíritu de Miguel Ángel Russo continúa vivo, un legado que trasciende la vida del entrenador y se convierte en un faro para quienes quedan en la lucha.