La Pampa: La Nueva Casa del Deporte
Publicado: 18 / 03 /2025En una mañana marcada por el asombro y la incredulidad, la policía realizó un allanamiento que se transformó en el centro de la atención mediática en Hucal y Tita Merello.
Un joven con un oscuro historial delictivo fue apresado el martes por la mañana, señalado como el autor del latrocinio que dejó sin los 5,2 millones de pesos recaudados del partido entre el Club Santa Rosa y All Boys. Sin embargo, el dinero robado permanece desaparecido, confirmaron fuentes policiales a El Diario.
Con la participación del Grupo Especial, la Seccional Tercera llevó a cabo un operativo en la vivienda situada en Hucal y Tita Merello, donde se creía que el delincuente, apellidado Cabral, había ocultado su botín.
El golpe se perpetró de manera astuta, permitiendo al ladrón escapar con un considerable monto de dinero que, hasta el momento, el cuerpo policial no ha logrado rastrear. Sin embargo, los investigadores hallaron vestimentas deportivas con los colores del equipo Boca Juniors, que pertenecen al detenido en el momento de cometer el ilícito.
“Cayó por las cámaras de seguridad… en principio, parece que actuó solo, salvo que alguien le haya proporcionado información valiosa”, reveló una fuente del caso.
La caja sin contenido
El día anterior, la caja que contenía los 5,2 millones de pesos fue hallada -vacía- en un basurero de la colectora de la avenida Circunvalación, frente al barrio Peñi Ruca. Un golpe que, como un eco, reverberó en la comunidad.
La caja, que había sido olvidada en el vehículo del presidente del club, Bruno Ramírez, fue el objetivo de un ladrón que quebró un vidrio del auto, estacionado en el Supermercado La Anónima, llevándose lo que consideraba su botín.
Bruno Ramírez, visiblemente afectado, expresó en diálogo con El Diario: “Siento más tristeza que enojo… Siempre hemos operado según una dinámica, trasladando el dinero al auto antes de que termine el partido. Sucedió en ese preciso instante”.
El ingenioso ladrón rompió el vidrio trasero del VW Virtus, revisando a fondo el vehículo en busca de su codiciado objetivo. “El dinero no estaba a la vista; había sido ocultado en un rincón del baúl. Dejó una campera y mi billetera intacta”, acotó el dirigente, atónito ante la falta de seguridad.