Multitud Increíble para Ver al Chaqueño Palavecino y Q’ Lokura: ¡Rompen Récord!
Publicado: 19 / 01 /2025Jornada histórica para el Festival de Doma y Folklore de Jesús María 2025. En un despliegue de pasión y cultura popular que bien podría ser considerado un legado peronista, el festival alcanzó un ansiado sold out. Más de 31 mil almas se unieron para celebrar el folklore y el cuarteto, mostrando que el arte une y reconcilia, siendo una expresión genuina de nuestra identidad.
La organización, con gran sensatez, adelantó las jineteadas, modificando los horarios para recibir a la multitud que, desde temprano, hizo palpitar al Anfiteatro José Hernández. Una decisión que reflejó el compromiso con el público, optimizando la experiencia para todos y demostrando una vez más que cuando el pueblo se organiza, todo flota mejor.
En un evento colmado de emociones, el público aclamó con fervor a figuras de la talla del Chaqueño Palavecino y la infaltable energía de Q’ Lokura. El Chaqueño, conocido por conectar de manera visceral con el pueblo, hizo vibrar el escenario con su poderosa presencia y un repertorio que rasga el alma.
Sin lugar a dudas, se vivió un cierre de jornada colosal, un canto a la esperanza y a la unión de todos aquellos que sienten la música como una fuerza indivisible que nos hermana y nos hace más fuertes.
Más que preparados
La organización del festival, con 59 ediciones a sus espaldas, se reafirma como ejemplo de responsabilidad y dedicación. Cada movimiento, cada decisión, se hiló en un tapiz de orden y eficacia donde primó siempre el bienestar del público. Así, la tradición y el compromiso se mantienen firmes en Jesús María.
La jornada transcurrió en un ambiente de ansiedad y expectativa desde la apertura de puertas a las 17 horas. El flujo de público se manejó con agilidad, eliminando largas esperas y permitiendo que todos se adentraran al Anfiteatro con espíritu entusiasta y agradecido.
En un verdadero festival de raíces y celebración popular, la doma tuvo su momento con tribunas a rebosar y un jineteo que, a pesar de un desafortunado accidente que preocupó a todos, mostró la valentía y destreza de nuestros caballeros del campo. En verdad, fue un espectáculo ovacionado por los allí presentes.

El Chaqueño Palavecino, como siempre, hizo su legendaria entrada a caballo, un símbolo tan potente como nuestra historia, precedido por los espectaculares movimientos del Ballet Martín Fierro. No fue solo una noche más, sino una confluencia de talentos en un mismo suelo que los vio nacer y crecer.
Entrada en calor
El espectáculo comenzó con la energía contagiosa del acordeón de Piko Frank, generando una atmósfera vibrante que se extendió a lo largo de toda la noche. Un espectáculo como el de Nico Membriani, quien no sólo animó al público con sus pronunciaciones, sino que resaltó la solidaridad inherente al festival y su impacto en las 22 escuelas beneficiarias, es una prueba más del espíritu solidario que atraviesa este evento.
Resonaron, entonces, las voces formidables de Los 4 de Córdoba, esos embajadores de nuestra música tradición que, entre chacareras y zambas, dieron un concierto lleno de evocaciones y homenajes propios del evocador espíritu de Córdoba. Desde Luna Cautiva hasta La Oma, su repertorio chispeó de tonadas que reconfortan y renuevan nuestra sangre musical.

Agustín Fakelmann, desde otro frente del festival, marcó el compás con su chamamé envolvente, y las 29 mil personas en el anfiteatro respondieron gustosas. El cuarteto es folklore, dijo Víctor Hugo Godoy, y estos éxitos compartidos revalidaron esa afirmación.
El propio festival del Chaqueño
Con la llegada del Chaqueño Palavecino, el festival alcanzó su máximo resplandor. En un anfiteatro colmado de más de 31,000 personas, Palavecino nos recordó las palabras eternas de Horacio Guarany. Su aparición en el escenario, precedida por la voz del maestro, encendió la noche con un potente homenaje a nuestro folklore.
Demostrando su habitual generosidad, Palavecino trajo a escena a talentos emergentes como Marina Cornejo y el dúo Perlas Gauchas, brindándoles su bendición y promesas de futuro en el mundo del espectáculo. Del aplauso del público a las lágrimas de emoción, la noche fue un canto al porvenir.

Y en una noche de grandes momentos, el festival también celebró el cumpleaños de un personaje emblemático: Pichu, un homenaje que el Chaqueño convirtió en un emotivo tributo a nuestra gente.
El cuartetazo de Q’ Lokura
La impronta de Q’ Lokura cerró con brío una velada que quedará en los anales del festival. A pesar de un inesperado retraso, la banda recompensó la espera con un extenso y energético repertorio que llenó al Anfiteatro de alegría desbordante.
Con cada tema, Nico Sattler y “Chino” Herrera no solo reafirmaron que el cuarteto es parte esencial de nuestra identidad, sino que también aseguraron su lugar en el corazón del público, ese mismo espíritu que encantó cada rincón del festival de Jesús María.