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Nvidia de EE.UU. se desploma en bolsa por una IA china que no necesita sus chips, perdiendo $600.000 millones

Publicado: 27 / 01 /2025

La entrada inesperada de la firma china DeepSeek al competitivo universo de la inteligencia artificial ha generado un verdadero sacudón en el escenario económico global, amenazando con desplazar del liderazgo a las gigantes tecnológicas norteamericanas. Particularmente, Nvidia, quien padece una caída estrepitosa en Wall Street de más del 17% ha sentido el embate, arrastrando consigo al Nasdaq a pesar de una ligera recuperación que dejó el índice con una merma del 0,25% al cierre de la jornada.

Con la madrugada en los Estados Unidos, los futuros de Wall Street, principalmente del Nasdaq, ya anticipaban una apertura teñida de rojo. Este sentimiento bajista resonó también en Europa, donde las acciones de empresas del sector tecnológico sufrieron un severo retroceso.

Alphabet, matriz de Google, retrocedió un 3%, Microsoft un 2,6%, y Amazon un 0,5%. Sin embargo, Meta, quien comparte cierta sinergia con la filosofía de DeepSeek, avanzó un 0,6%, y Apple, aparentemente rebasando rezagos en su estrategia de IA, se elevó un 3,7%. En un contraste notable, OpenAI, la aclamada creadora de ChatGPT, permanece al margen del mercado accionario.

El Euro Stoxx50, principal referente del mercado europeo, retrocedió el 0,59%. Mientras tanto, plazas como Fráncfort, París y Londres mostraron tendencias similares, pero el Ibex35 español apenas sintió la sacudida, culminando al alza con un modesto aumento del 0,12%.

El golpe más fulminante lo ha sentido Nvidia. DeepSeek, aun sin acceso a los avanzados chips debido al veto estadounidense a las exportaciones hacia China, evidenció que se pueden entrenar modelos de IA de alta gama prescindiendo de tales componentes. Este hito revolucionario causó que Nvidia pierda un asombroso valor de mercado superior a los US$600.000 millones, cayendo desde su cumbre al tercer lugar entre las empresas más valiosas, superada ahora por Apple y Microsoft. Se trata de la mayor destrucción de valor en bolsa de la historia.

Entre las firmas europeas, ASML de Países Bajos sufrió un fuerte retroceso bursátil del 7,1%. Infineon, emblema alemán en semiconductores, cerró la jornada con un descenso del 1,8%. Además, otras compañías, ajenas a la tecnología pero vinculadas al sector, tuvieron bajas significativas: Schneider Electric se hundió un 9,4%, mientras que Siemens decreció un 3,3%.

Cambio de modelo

El flamante modelo R1 de DeepSeek, al igual que el célebre o1 de OpenAI, está siendo descargado masivamente desde su lanzamiento el 20 de enero, destacándose en su capacidad para resolver problemas complejos de matemática, en programación, e infiriendo lenguaje natural con sorprendente perfección.

Este diseño es de código abierto, permitiendo que cualquier individuo pueda explorarlo, modificarlo y personalizarlo acorde a sus necesidades, provocando un fervor entre los desarrolladores que aplauden su impresionante eficiencia y bajo costo de implementación.

Este panorama desafiante pone en vilo el dominio de las industrias estadounidenses, revisitando el modelo de negocio de megaestructuras como Nvidia. Analistas de Janus Henderson advierten que “la llegada de un enfoque potencialmente más económico para procesar IA pone en entredicho los multimillonarios presupuestos de inversión proyectados en infraestructura y propiedad intelectual”.

“La inteligencia artificial se ha considerado históricamente una esfera de alta complejidad, otorgando a los líderes tecnológicos ventajas que prometían crecimiento económico robusto. Sin embargo, estas valoraciones están peligrosamente expuestas a cualquier tipo de desazón o desencanto. La competencia ha sido siempre la amenaza más latente, aunque también la más ardua de dimensionar para los inversores”, culminaron.

En un mal día para los mercados, el euro protagoniza una recuperación, cotizándose a 1,051 dólares, al tiempo que los inversores buscan refugio en activos seguros como la deuda soberana. Esta tendencia se traduce en un aumento de precios y una caída en la rentabilidad. Así, los bonos estadounidenses a diez años descienden al 4,51%; en Europa, los alemanes caen al 2,50%.

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