Pablo Moyano Forja una Coalición de Sindicalistas Rebeldes en la Batalla Contra Milei
Publicado: 23 / 11 /2024La Revolución de Pablo Moyano: Hacia un Frente Sindical de Resistencia
En un movimiento que retumba en la cúpula sindical argentina, Pablo Moyano abandonó la CGT para forjar un nuevo armado que busca desafiar al gobierno de Javier Milei. Este emblemático dirigente camionero, lejos de ser un jugador que se asienta en la política tradicional, ha comenzado a recolectar las piezas dispersas del peronismo tras su reciente derrota electoral. Su estrategia incluye acercamientos a las distintas corrientes de la CTA y a líderes del movimiento de trabajadores informales, como Alejandro Gramajo, representando a la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep).
1. La fractura en el sindicalismo de transporte: En su intento por reconstituir la confederación de gremios del transporte, la unidad que había intentado establecer se rompió en cuestión de semanas, reflejando conflictos internos complejos, especialmente con los colectiveros de la UTA que luchan por el pago de su medio aguinaldo. Moyano no pudo encontrar un terreno común ni siquiera con el poderoso Omar Maturano, lo que expone la falta de cohesión en las líneas de comando del sector.
2. Nueva estrategia en el horizonte: Con la unión transportista dilapidada y sin respaldo en la CGT, su movimiento es claro: articular un frente con los sectores más combativos, incluyendo piqueteros y agrupaciones universitarias, marcando así el renacimiento del Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA), una estrategia que evoca la lucha contra el neoliberalismo de la década de los 90.
3. Coaliciones inesperadas y proyecciones futuras: A pesar de su salida de la CGT, Moyano mantiene conexiones significativas con los gremios kirchneristas. Junto a figuras como Mario Manrique de Smata y Sergio Palazzo, del sector bancario, trae consigo influencias que podrían reconfigurar el mapa sindical argentino y concentrar esfuerzos hacia un desafío abierto contra las políticas de Milei.
Al tiempo que parece buscar el aval de figuras como Hugo Yasky y Hugo Godoy, líderes de las dos centrales de trabajadores, se encamina hacia una respuesta contundente que busca hacer eco entre los trabajadores que se sienten agredidos por las decisiones gubernamentales. Con la posibilidad de una masiva marcha en diciembre, las aguas sindicales se agitan, y la temperatura social, como advirtió Moyano, promete un aumento en la conflictividad.
Moyano se halla entre las sombras del kirchnerismo, insistiendo en aportar su voz al caos de la política actual. La cercanía con Máximo Kirchner y el apoyo a transformaciones estatales, a la par que navega entre el diálogo y la confrontación, lo posicionan como una pieza clave en el ajedrez político y sindical de una Argentina sumida en cambios trascendentales.
Por último, las conexiones con grupos de izquierda, como el Sindicato del Neumático liderado por Alejandro Crespo, sugieren que la fractura del sindicalismo tradicional podría dar paso a nuevos espacios de resistencia. Con aliados estratégicos en todos los frentes, la perspectiva de un vasto frente sindical de resistencia se atisba en el horizonte.