Pablo Moyano se bajó de la CGT por desacuerdos con la cúpula chica.

Publicado: 24 / 11 /2024

En un contundente movimiento que sacude las aguas del sindicalismo argentino, Pablo Moyano ha presentado su renuncia como co-secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT). El líder del gremio de Camioneros ha dejado en claro su disconformidad con lo que ha descrito como “las decisiones unilaterales de la denominada ‘mesa chica'” de la central obrera, marcando así una ruptura con una de las figuras más emblemáticas del sindicalismo peronista.

La decisión de Moyano se hizo pública tras un notorio desencuentro con otros dirigentes de la CGT, quienes no respaldaron su iniciativa de un paro nacional en contra de las políticas de ajuste implementadas por el gobierno de Javier Milei. El líder camionero, conocido por su combatividad, había anticipado sus discrepancias al proponer un paro general para diciembre, un llamado que auguraba contar con el apoyo de los sindicatos de transporte, las dos CTA y diversos movimientos sociales, subrayando así su creciente distanciamiento de la línea oficialista dentro de la CGT.

En declaraciones recientes, Moyano expresó su frustración y urgió a sus colegas a “tomar las calles para resistir y denunciar un modelo económico que está causando un daño profundo a los argentinos”. Además, Moyano no escatimó en ironías, sugiriendo que la CGT ha pasado a ser, para algunos, la “Confederación General de Twitter”, en una clara alusión a lo que considera el exceso de retórica y falta de acciones concretas por parte de la dirigencia.

La fractura se produjo en un contexto de inmovilidad sindical por parte de la CGT, que ha optado por una postura dialoguista con el gobierno. La “mesa chica”, compuesta por figuras prominentes como Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (Uocra), y otros, reafirmó su decisión de no convocar a un paro, manteniéndose en línea con la estrategia de consenso con la Casa Rosada, estrategia que comenzó a gestarse desde principios de 2023. Durante este período, la CGT ha mantenido un diálogo fluido con el gobierno, participando en elaboraciones como la “Agenda para un nuevo contrato social”.

A pesar de las críticas de Moyano, la CGT continuó sus negociaciones de reforma laboral en el ámbito del gobierno, sin la participación del líder camionero. En el marco de estas reformas, se ha discutido la modificación del polémico artículo 242 de la ley de contrato de trabajo, buscando delinear aspectos de conflictivas prácticas como el “bloqueo parcial o total”.

No obstante, los desafíos para la CGT no cesan, en medio de un clima de creciente malestar entre los gremios del transporte, que paralizaron el país con un paro el pasado 30 de octubre, y las tensiones derivadas de la intención del gobierno de privatizar Aerolíneas Argentinas, elemento que ha exacerbado la tensión sindical.

Ante este panorama de disensión, Pablo Moyano ha decidido retirarse de la cúpula de la CGT, abriendo un nuevo capítulo en el sindicalismo argentino, cuya evolución será clave para el futuro de las relaciones entre el movimiento obrero y el gobierno de Javier Milei.

La renuncia de Moyano

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