Phil Collins y su enigmática ausencia: El motivo detrás de su eliminación en la película de los Beatles

Publicado: 31 / 01 /2025

Este 30 de enero, el insigne músico británico Phil Collins celebra su 74 aniversario, un hito que reverberará en la memoria colectiva de quienes han sido tocados por su mágica poesía musical por más de cinco décadas.

Phil Collins es un titan del rock, capaz de reinventarse magistralmente, atravesando estilos y generaciones, desafiando las expectativas de sus más fervientes admiradores al pasarse con audacia del rock progresivo al pop más accesible.

Con apenas 17 años, Phil se adentró en la vorágine de la industria musical, y antes de ser reconocido mundialmente como el baterista de Genesis, ya había comenzado a forjar su nombre en el mundo del espectáculo. Contrario a lo que muchos creen, su carrera no empezó únicamente con la música; desde niño, ya había sido un rostro familiar en la pantalla, participando como actor infantil en diversas producciones, aunque de forma algo errática.

Entre sus colaboraciones se encuentra una anécdota que sigue generando deslumbramiento, y esa es su participación en “A Hard Day’s Night” de The Beatles, donde, irónicamente, su escena terminó en el olvido.

La madre de Phil, Winifred, era una apasionada representante teatral, lo que le brindó al pequeño la posibilidad de deslizarse en el fascinante universo del cine. En uno de esos princescales encuentros, Walter Shenson, productor de la icónica película de The Beatles, “A Hard Day’s Night”, convocó a un grupo de niños para participar en una escena. Phil fue seleccionado pero, mientras los demás pequeños alborotaban un escándalo, él se quedó paralizado, sumido en el hechizo musical de la banda más influyente de todos los tiempos.

El director Richard Lester necesitaba ruido y energía de los infantes, pero Collins, con 13 años y un corazón anclado en la melodía, no respondía al llamado. Su incipiente amor por la música fue, irónicamente, el motivo por el que su actuación nunca llegó a la pantalla grande.

Así rememoró Collins en una conversación íntima con la revista Rolling Stone: “Tuve la fortuna de estar entre el público cuando los Beatles filmaban ‘A Hard Day’s Night’. Ellos querían que los niños gritaran y, en cambio, yo me quedé parado, admirando su música. Probablemente, eso me costó ser recortado del filme”.

Treinta años después, el destino le dio la oportunidad de reencontrarse con aquel episodio al narrar un documental sobre la filmación. Su mirada nostálgica lo llevó a revisitar esas tomas, y recordó con la misma pasión de su infancia cómo anhelaba que “los gritos se silenciaran para escuchar la música”: “Vi las tomas descartadas y allí estaba yo, un niño de corbata de alfiler, sentado en completa inmovilidad, pensando: ‘Dios mío, ¿no pueden dejar de gritar? ¡Escuchemos la música!'”, compartió entre risas y melancolía.

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