Prohíben vuelos del cohete Starship mientras investigan explosión sobre el Caribe

Publicado: 18 / 01 /2025

WASHINGTON.- En un paso que ha captado la atención tanto en el ámbito aeroespacial como en el público en general, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) decidió que el Starship de la empresa SpaceX, fundada por Elon Musk, no podrá despegar ni un centímetro más del suelo hasta que no se complete una exhaustiva investigación interna. Esto surgió después de que la parte superior de este gigante de los cohetes se desintegró sobre el Caribe en su último intento de llegar más allá de nuestra atmósfera.

Esta movida implica que SpaceX debe realizar una “investigación de accidente” para determinar qué fue lo que salió mal y encontrar las medidas necesarias para asegurarse de que no vuelva a pasar. Todo lo que encuentren será revisado por la FAA, quien será el último juez en el visto bueno para que Starship pueda volver a volar.

SpaceX no está de manos cruzadas, ya que pueden presentar una solicitud para reintentarlo, siempre y cuando muestren pruebas concretas de que tomaron medidas para evitar que el desastre vuelva a ocurrir y que la seguridad del público no esté en juego.

“No hay informes de personas lastimadas”, aseguró la FAA, que está trabajando codo a codo con SpaceX y las autoridades locales para evaluar los daños en las Islas Turcas y Caicos. Durante la caída de los restos, incluso se activó una alerta para mantener los aviones que transitaban el área alerta y así evitar cualquier accidente.

La escena no pasó inadvertida: impresionantes imágenes de escombros cayendo como una lluvia sobre las aguas caribeñas inundaron las redes rápidamente, capturadas por pasajeros de vuelos comerciales que pasaban por ahí.

Este cohete es el más grande y potente que se haya construido, y juega un rol esencial en los planes visionarios de Musk de alcanzar y colonizar Marte. Las primeras pistas dadas por el magnate sugieren que el accidente se debió a una acumulación excesiva de presión en la cavidad encima del cortafuegos de uno de los motores, lo que terminó en el desafortunado incendio que provocó su desintegración.

Por otro lado, la NASA mantiene la vista en el horizonte, planeando usar una versión alterada de este cohete para misiones futuras en la Luna como parte de su programa Artemis.

El lanzamiento del jueves, que no llevaba tripulación, fue la séptima vez que se probaba el Starship en órbita, incluyendo mejoras significativas para ampliar sus capacidades. Aun con todos estos avances, parece que falta un buen tramo por andar para asegurar la fiabilidad completa del cohete.

Agencias AFP y Reuters

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