San Lorenzo perdió frente a Tigre en una noche intensa.
Publicado: 14 / 12 /202413/12/2024 21:06hs.
“Ohhh, que se vayan todos, que no quede ni uno solo…”. Cruje la paciencia. Está quebrada. Así es el sentir de los hinchas de San Lorenzo, que este jueves han vuelto a hacerse escuchar, señalando a una dirigencia que parece haber perdido todo apoyo, al igual que los jugadores.
“Queremos Camboyanos, queremos Matadores (…) jugadores que sientan los colores… Nosotros alentamos, ustedes nos cagaron…”. Las palabras de los hinchas retumban en el estadio como un eco de la frustración. San Lorenzo enfrenta una crisis de identidad y motivación, donde la falta de respuesta tanto de los jugadores como de la dirigencia ha sembrado el descontento.
No tiene quórum este San Lorenzo. Ni sus futbolistas, que sufren la hostilidad y el desdén en cada jugada, ni su dirigencia, encabezada por un Marcelo Moretti cada vez más cuestionado. Anoche, el “que se vayan todos” resonó con fuerza ante un Moretti que hasta optó por no ocupar su palco habitual. Los murmullos se transforman en gritos claros: “no se lo decimos más, si no llaman a elecciones, que quilombo se va a armar…”.
San Lorenzo parece atrapado en un ciclo vicioso de malas decisiones y peores resultados. Ante Tigre, un equipo que no lograba marcar hacía 345 minutos, San Lorenzo no supo encontrar el rumbo, especialmente tras la expulsión de Gonzalo Luján. Lo que se perfilaba como un partido parejo, terminó en un desplome que los dejó noqueados.
El gol de Martín Garay fue un golpe final que desató la ira contenida. El desencanto ya no se limita al terreno y ahora se extiende a los pasillos y palcos del club, donde los enfrentamientos y la tensión explosionan de tanto en tanto.
La hinchada se expresa con vehemencia: “a ver si se dan cuenta que no los quiere nadie” y exige a los jugadores: “sáquense la camiseta y dénsela a la hinchada que juega mejor”. El reproche no es solo hacia los resultados, sino a una dirigencia que consideran sorda a los reclamos y necesidades del club, en un contexto donde las decisiones económicas, como la venta de juveniles, son vistas como traiciones.
Una y otra vez, el pedido se repite y amplifica a través de pancartas, cánticos y redes sociales. “Queremos elecciones anticipadas”, claman con la convicción de quien siente que su hogar está en peligro. San Lorenzo, un gigante que atraviesa un desierto de incertidumbre, se enfrenta a una temporada sin salvación a la vista. Ni siquiera el DT Miguel Russo logró apagar el fuego de la disconformidad, dejando entrever que los desafíos de San Lorenzo van más allá del esquema táctico.
La institución mira hacia el futuro inmediato con temor, sabiendo que el 2025 será el único de los grandes fuera de las competencias Conmebol. Un presente que duele y en el que, por ahora, los hinchas no encuentran consuelo.