Scaloni: un gran referente del fútbol argentino que, tras dejar las canchas, se mantiene firme y con los pies en la tierra.

Publicado: 26 / 03 /2025

Las imágenes de Qatar 2022 flotan en el aire, son ecos persistentes que retumben en la memoria colectiva. Han invadido pantallas de todo tipo, desde la TV hasta los smartphones. Esa escena, irrepetible y casi mística, donde Lionel Scaloni parece quedar paralizado en el tiempo tras el gol decisivo de Gonzalo Montiel, es un fragmento de historia que aún resuena en el corazón de quienes soñaron con el triunfo. Nos cuestionamos, todos, cómo un entrenador de estas características logró mantenerse en pie, sin sucumbir a la presión ni dejarse arrastrar por la emoción en un instante tan crítico. Sin embargo, los segundos pasaron como horas, hasta que la vulnerabilidad afloró cuando, exhausto en el banco de suplentes, dejó el miedo atrás y se permitió llorar frente a Leandro Paredes. ¿Cuántas veces, al ver ese relato, uno se ha quebrado junto a él?

Desentrañar la figura de Scaloni es una tarea ardua. Ese joven talentoso, quien brilló en la cancha con su humor y carisma, ha evolucionado hacia un estratega con un liderazgo respetado. En las sombras de su predecesor, el inestable Jorge Sampaoli—una figura casi trágica después de Rusia 2018—, Scaloni se ha consolidado como un entrenador de carácter y estrategia. Su verdadero desafío ha sido, sin embargo, forjar una identidad propia, una que resuene no solo en el juego, sino en el alma de una nación cargada de anhelos.

Scaloni no se dejó llevar por la euforia ni la crítica: su discurso siempre es sensato y respetuoso.MARCOS BRINDICCI – LA NACION

El tiempo ha transcurrido y con él, un país busca recuperar su esencia. Entre desavenencias políticas y crisis de liderazgo, el seleccionado de fútbol, pese a las sombras que proyecta la AFA bajo el mando de un presidente discutible, ha surgido como un faro de esperanza y cohesión. Esto, en gran medida, es un reflejo del factor Scaloni: un líder que ha sabido construir puentes entre generaciones de futbolistas, uniendo a aquellos que vivieron la gloria con los que están por llegar.

¿Qué podría derrumbar la estructura de este equipo, más allá de la inevitabilidad del deporte? La tentación de dejarse embriagar por la fama y el reconocimiento, de alejarse del camino recto que ha trazado con tanto esfuerzo. Scaloni, consciente de la fragilidad del éxito, ha mantenido su mirada centrada en el objetivo: ser un conductor equilibrado, sin perder la esencia que lo define.

Logros de Scaloni: un resumen deslumbrante

Los números y logros de Lionel Scaloni con la selección.

Sin embargo, Scaloni no ha sucumbido a la alabanza, manteniendo su firmeza al manejar cada juego. Con una estructura sólida que anuló las amenazas brasileñas en el último enfrentamiento, mostró su capacidad para hacer que el plan de juego se materialice en el campo. Él entiende la presión, la incorpora y aún así elige actuar con mesura.

Más allá de lo que pueda sentir, su estilo radica en una disposición estratégica: cada jugada es una oportunidad para afirmar su visión. La escena en Qatar fue un claro ejemplo; Scaloni no finge, vive su estrategia y siente cada momento. En cada conferencia, en las victorias y en las derrotas, él es el mismo hombre que maneja la calma con una sabiduría admirable, sin dejar que las circunstancias lo abrumen. Él es, sin dudas, un líder que juega con la cabeza, con el corazón y el alma.

La sensibilidad de Scaloni se hizo evidente cuando envió un mensaje de apoyo a los afectados por un temporal en Bahía Blanca.Captura de Pantalla

Su proceder es tan característico que no teme señalar con desaprobación a figuras como Dibu Martínez, demostrando que en su equipo no hay riendas sueltas. ¿Quién se atrevería a desafiar su autoridad? Ni siquiera los ídolos pueden escapar de su mirada crítica cuando se trata de mantener la disciplina y la seriedad en el juego.

Scaloni mostró su desaprobación hacia la actitud de Dibu Martínez.@invictosSomos

Jamás se deja llevar por la marea de elogios o la tempestad crítica. Scaloni ha aprendido a navegar entre las emociones, llevando su humildad como estandarte. En cada interacción con la prensa, incluso frente a los desafiante y los irónicos, deja en claro que la grandeza de la historia del fútbol argentino reside tanto en sus logros como en su humildad. Este martes, en una conferencia con un periodista brasileño, sus palabras fueron un abrazo a la nostalgia futbolística, una reverencia a la grandeza de Brasil, recordando sus cinco Copas del Mundo y su rica historia.

Scaloni mostró su respeto por la historia del fútbol brasileño.JUAN MABROMATA – AFP

La manera en que Scaloni abordó las provocaciones de Raphinha, otro reflejo de su carácter y madurez. Hablando de la rivalidad, su respuesta fue sensata, dando espacio a la comprensión en lugar de inflamarse en incitación. Los ecos del clásico siempre están presentes, pero su respuesta fue de un realista que sabe que el juego va más allá de las palabras. Tras el silbato final, elogió el mismo jugador, sellando una amistad que comienza desde el respeto mutuo.

Scaloni, tras la victoria, elige no ser el centro del festejo. Se va, reflexiona y se reconecta con sus raíces familiares en un gesto íntimo que demuestra su humanidad. “Ese minuto con ellos fue lo más lindo para mí”, dice un hombre que, en el ocaso de su carrera, se convierte en un verdadero líder humano y no solo en un director técnico. Ha creado una orquesta sinfónica en la que todos tocan la misma melodía, donde la grandeza se teje no solo con goles y trofeos, sino con relaciones, respeto y humildad.

Ya no sorprende que Scaloni elija ser así: sereno, sensato, respetuoso y humilde en la cima. El verdadero crack está aquí, más allá de los botines, con los pies firmes en la tierra.

Conforme a los criterios de

Source link