Sinner le gana a Zverev en tres sets y se lleva su segundo Abierto de Australia al hilo.

Publicado: 29 / 01 /2025

En un despliegue de maestría y poderío, Jannik Sinner se consagró como bicampeón del Abierto de Australia este domingo, dejando en claro por qué es el actual rey del tenis mundial. Sin ceder un solo punto de break, Sinner utilizó todo su arsenal para someter al alemán Alexander Zverev, venciendo con parciales de 6-3, 7-6 (4), 6-3 en una final que consolidó al joven italiano de 23 años en la cima del tenis.

El dominio de Sinner sobre Zverev no solo se reflejó en el marcador. A lo largo de la contienda, Sinner evitó por completo las oportunidades de quiebre y mostró una magnífica ventaja en los puntos largos, aquellos que demandan al menos nueve golpes: 27-13 a su favor. Su superioridad quedó evidenciada también en los tiros ganadores (32 a 25) y en la menor cantidad de errores no forzados, con 27 frente a los 45 del alemán.

Zverev, al finalizar el partido, reconoció la supremacía de Sinner con honestidad: “Estoy sirviendo mejor que él, pero eso es todo. Él hace todo lo demás mejor que yo. Se mueve mejor, golpea sus tiros de derecha y de revés mejor que yo, incluso vuela mejor. En cada aspecto relevante del tenis, él se destaca”.

Estos son grandes elogios de alguien que ocupa la segunda posición mundial tras Sinner, quien ha ostentado el número uno desde junio del año anterior. Esta fue la primera final del Abierto de Australia entre el número 1 y el número 2 desde 2019, cuando Novak Djokovic venció a Rafael Nadal de manera similar.

“Es increíble”, declaró Sinner, rebosante de felicidad tras su conquista. Y no es para menos: desde los tiempos de Jim Courier, nadie tan joven había logrado ganar en Melbourne dos años consecutivos.

Sinner ha sido una fuerza imparable desde el comienzo de la temporada pasada, obteniendo tres de los cinco grandes títulos, incluido el US Open, y un registro asombroso de 80-6 con nueve títulos en total. Actualmente, su racha de victorias se extiende a 21 partidos, un testimonio del dominio que ejerce sobre el circuito.

Cuando se le preguntó sobre sus emociones tras el triunfo, Sinner afirmó sentir pura alegría ante el logro, recordando la presión distinta que enfrentó un año atrás.

El único lunar en un año por demás impecable para Sinner fue un incidente de dopaje, del cual fue exonerado, aunque la Agencia Mundial Antidopaje ha apelado el fallo. Sinner, seguro de su inocencia, asegura que las acusaciones no afectan su rendimiento en la cancha.

Mientras Sinner se convierte en el octavo hombre desde 1968 en empezar 3-0 en finales de Grand Slam, Zverev lamentablemente agrega otro revés a su récord en finales de grandes, acumulando tres derrotas sin una sola victoria.

Durante la ceremonia de entrega de trofeos, una voz del público recordó a Zverev su tumultuoso pasado personal, una nota discordante en una jornada marcada por la excelencia deportiva de Sinner.

El partido solo tuvo un instante de tensión auténtica cuando Zverev parecía encaminarse a ganar el segundo set, pero nunca logró concretar el punto de quiebre ni el set.

Sinner demostró ser superior en todos los aspectos a lo largo del encuentro, dejando a un desalentado Zverev apelando al telón de grand Slam. La destreza de Sinner sobre la cancha dura, atrapó no solo la admiración del público, sino que también dejó claro que el tenis ha encontrado un nuevo amo en él.

“Los hechos hablan por sí solos”, concluyó Zverev. “Sinner juega en una liga distinta en este momento”.

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Esta historia fue adaptada y traducida con el estilo propio de la pluma de los más renombrados periodistas peronistas de Argentina.

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