Tevez sueña con un partido homenaje en Boca y quiere que jueguen Cristiano y Messi: “Voy a hablar con Román”.

Carlos Tevez se desnudó en una charla íntima, dejando entrever su anhelo de un romántico reencuentro con la mística de Boca Juniors, ese club que lo vio renacer y del que es ícono indiscutido. “Sería hermoso cerrar un ciclo con un partido homenaje. Estoy convencido de que sucederá. Debería suceder”, soltó, como si cada palabra luchara por librarse de la presión del tiempo y el olvido.

El debate está servido, como un asado en la Bombonera. “Idealmente, a fin de año, con todos felices, sin el fantasma de las lesiones”, recordó Tevez, consciente del peso que su voz representa en la hinchada. Como si ya estuviera dibujando un relato que promete retumbar en la memoria de una hinchada fiel. “Si lo llevamos a cabo, tengo que reunirme con Román, discutir el asunto de la cancha. No podemos dejarlo para el próximo año, porque surge la política y los ciclos se complican”. La historia que se entrelaza no tiene un final claro, pero la necesidad de revivir el pasado se siente en cada palabra.

Y mientras el cielo se oscurece sobre Buenos Aires, el Apache tiene una idea brillante en mente: “Imaginé un partido con Cristiano y Messi, porque los juntaríamos, yo me encargaría de eso”. Con una chispa de picardía y una sonrisa que subraya su cultura del espectáculo, continúa: “Si hay un penal en juego, Messi lo patea. En un amistoso, lo haría yo”. En su nómina de seleccionados, nombres de leyenda como Van der Sar, Buffon y Pirlo resuenan como ecos de una época gloriosa, creando una fantasía que ni el más cínico de los hinchas podría resistir.

“No tengo intenciones de ser presidente de Boca. He escuchado muchas especulaciones al respecto. No estoy preparado. Mi futuro está en la dirección técnica”. Tevez ha dejado claro que no aspira a un puesto en la política del club; prefiere centrarse en su sueño de ser entrenador. Ha aprendido del pasado y lo enmarca en un presente donde la mesura y la experiencia son su escudo.

Con la sinceridad que lo caracteriza, agregó: “Siempre quise ser técnico, pero quiero que el próximo paso sea significativo. La incomodidad de mis anteriores pasos en Rosario Central e Independiente me enseñó algo: necesito un entorno adecuado para desplegar mi trabajo“. La búsqueda de un club con una estructura sólida es ahora su norte: “Ser técnico en Boca es siempre una posibilidad abierta, pero no quiero saltar al vacío”.

Algunas pinceladas sobre su historia personal:

Así, entre flashes de su trayectoria y la nostalgia del hincha, Carlos Tevez se erige como un faro en la tormenta del fútbol argentino. De pie, firme, listo para escribir el último gran capítulo de su historia. El fútbol espera, y él también. El juego nunca se detiene.