Venta de medicamentos del PAMI bajó notablemente este año por menos descuentos
Publicado: 09 / 12 /2024En un contexto marcado por la inclemente inflación y los constantes ajustes económicos, el acceso a medicamentos por parte de los jubilados de Argentina, especialmente aquellos afiliados al PAMI, enfrenta un panorama incierto. Por un lado, los medicamentos que dejaron de tener descuento por PAMI, y por otro, los haberes jubilatorios que no logran empatar a la inflación, han estructurado un complejo escenario durante el 2024. Entre enero y septiembre, la venta de medicamentos a través de PAMI registró una caída cercana al 13%.
En un contraste que llama a la reflexión, esta caída es parte de una tendencia opuesta al incremento en el consumo de medicamentos de venta por receta en la población general, donde se observa un aumento del 3.52% durante el mismo período, según lo indica el Observatorio de la COFA.
Hasta hace poco, los beneficios de PAMI respecto a los medicamentos eran el pilar indispensable para muchos mayores. Sin embargo, en los últimos meses, esta dinámica ha cambiado. La tendencia positiva que había emergido durante la pandemia ha sufrido un fuerte retroceso, revelando que un público compuesto por adultos mayores de ingresos comprometidos, incluidas las personas que aún pagan una prepaga, resolvía sus necesidades farmacéuticas principalmente a través del PAMI debido a los atractivos descuentos que el instituto implementaba.
La reducción de la venta de medicamentos a través de PAMI se profundizó en agosto. ¿Cuáles son las razones y cómo varían según la provincia?
Aclararemos que, en un pedido de acceso a información pública emitido por el Instituto Nacional de Seguridad Social de Jubilados y Pensionados (INSSJP, conocido como “PAMI”), actualmente bajo la dirección de Esteban Leguizamo y supervisado por el Ministro de Salud Mario Lugones, se solicitó el detalle de las unidades de medicamentos vendidas a través del PAMI en el 2024, sin considerar el porcentaje de cobertura, y con un desglose mensual y provincial.
El informe cubre enero a septiembre, suficiente para visibilizar el impacto de que numerosos principios activos, utilizados en la elaboración de cientos de medicamentos, hayan visto sus descuentos severamente restringidos o eliminados. Esto se realizó tras acuerdos discretos entre la industria farmacéutica, las cámaras de farmacias y el PAMI.
Por qué la venta de medicamentos por PAMI cayó en agosto
El agosto que culminó marcó una caída significativa en el acceso a medicamentos por vía del PAMI porque el gobierno comenzó una reducción escalonada en cobertura sobre dos listas de medicamentos, inicialmente disponibles con descuentos del 100% bajo el plan “Vivir mejor”. Al pasar a la categoría ambulatoria, el descuento se redujo al 50% o 80%, generando una nueva categoría de medicamentos menos beneficiosa para un jubilado medio.
En este contexto, emergen las denominadas drogas de “uso eventual”, que desde entonces son comercializadas al precio que pagaría cualquier persona con cobertura básica, con un descuento del 40%. Recordemos que el PAMI representa una población de 5.3 millones de personas, con un 90% mayor de 60 años según datos del CEPA, de los cuales 3,3 millones cobran el haber mínimo o menos. Para noviembre, ese haber base rondaba los $323,000, incorporando un bono congelado en $70,000.
Llevando el análisis a una óptica provincial, las cifras del PAMI fueron cotejadas con datos del INDEC sobre la población mayor de 65 años, y arrojaron una variación notable entre enero y septiembre en varias provincias.
Medicamentos por PAMI en las provincias
En 23 de las 24 jurisdicciones se observó una reducción en la venta de medicamentos por PAMI. Esta reducción no siguió una lógica uniforme, lo que sugiere causas más complejas que el simple acortamiento del vademécum.
Debido a la magnitud de la reducción, las provincias como Catamarca (-18,6%), Tucumán (-18,3%), Santiago del Estero (-17,3%), Mendoza (-16,9%), y San Juan (-15,4%) se destacaron. Por su parte, Buenos Aires y su ciudad capital reflejaron caídas porcentuales de 14,2% y 14,7%, respectivamente.
Postales metropolitanas y del sur
Sorprendentemente, Santa Cruz destaca como la única provincia donde la compra de remedios por PAMI aumentó, en un 6,5% entre enero y septiembre. Su base original de medicamentos per capita era relativamente baja, lo que podría sugerir diversas interpretaciones: desde un mejor estado general de salud entre sus adultos mayores hasta una mayor preferencia por hospitales públicos o sistemas privados de salud en detrimento del PAMI.
Otros territorios como Formosa, Jujuy, Salta, y Tierra del Fuego, aunque no experimentaron una caída tan acentuada, habían comenzado el año con bases muy bajas de medicamentos per capita.
En el análisis de CABA y su periferia, sobresale que la provincia de Buenos Aires, de una media inicial de 2,5 cajas de remedios por persona en enero, bajó a 2,2 en septiembre. Mientras tanto, CABA, que comenzó con 1,9 cajas en enero, terminó el mismo mes con 1,6.
La letra chica de los medicamentos por PAMI
Algunos críticos quizá objeten la comparación entre enero y septiembre debido a la estacionalidad del consumo farmacéutico, lo que genera expectativas de menores ventas en los meses veraniegos que llaman la atención al contraponerlos con el descenso en septiembre.
Además, la reducción del vademécum de PAMI podría argumentarse en tanto sesgo, ya que muchos jubilados quizás prosiguen sus tratamientos de manera particular y no registran su consumo en el organismo.
No obstante, dado que la mayoría de los medicamentos cubiertos bajaron de categoría, y no a la venta libre, se crean divergencias considerables en las bajas entre las provincias, sugiriendo diferentes explicaciones.
Al cierre de octubre, fuentes confiables informan que el descenso persistió en un 6% con respecto al mes precedente. Con la eliminación del plan “Vivir mejor” a partir del 2 de diciembre, junto con la exigencia de tramitar un subsidio social para acceder a medicamentos con cobertura total, la expectativa es que estas cifras continúen disminuyendo, dejando incierto aún el efecto sobre la adherencia de los pacientes a sus tratamientos.