Vinicius falló un penal y el Atlético Madrid busca dar vuelta la serie contra el Real Madrid en la Champions.

La balanza del destino se inclinó de golpe en el Estadio Metropolitano, donde el Atlético Madrid comenzó a tejer su relato de resistencia y esperanza desde el primer segundo. En un abrir y cerrar de ojos, Rodrigo De Paul, hombre clave del Cholo Simeone, tomó la vara; despilfarró por la banda derecha con su característico desparpajo y mandó un centro que fue pasado entre las piernas de Asencio y que Conor Gallagher no desaprovechó. ¡Gol! A los 30 segundos, el marcador ya mostraba un fulgurante 1-0 que cortó de raíz todas las dudas y especulaciones sobre el desenlace de esta apasionante serie.

Con la obligación a cuestas, un Real Madrid desdibujado por la presión se vio obligado a recuperar el ritmo de la competencia. El plantel merengue, apadrinado por la figura de su arquero Thibaut Courtois, se encontró en un arduo tira y afloja, reforzando sus líneas en busca del empate. El Cholo había preparado a sus gladiadores para ser un muro impenetrable, y así fue como el primer tiempo se dibujo sin goles, pero cargado de emociones. Las ocasiones del Atlético brillaron desde Julián Álvarez, pero Courtois no los dejó respirar, convirtiéndose en una muralla que desactivó sus intentos a lo largo del partido.

El segundo tiempo desdibujó más los colores de la merengue. Kylian Mbappé, el as de espadas en la mano, empezó a abrir caminos entre la defensa rival, hasta que la figura de Clément Lenglet se dibujó como villano. Antes de quedar mano a mano con Jan Oblak, el francés lo derribó y el penal fue cantado. La presión se apoderó de la escena y Vinicius se dispuso a ejecutar el tiro desde los doce pasos, con la posibilidad de revertir el rumbo y dar un paso firme a los cuartos. Pero el destino tenía otros planes, su remate se fue elevado, dejando la oportunidad colgando en el aire como un alarido ahogado de los aficionados.