Luis Enrique responde a las críticas.

En el complejo universo del fútbol, donde las pasiones se entrelazan con la estrategia, un futbolista que se convierte en la clave para conquistar el preciado trofeo que un club codicia con fervor debería asegurar su continuidad. Y sin embargo, no ha sido así. Para liberarse de su historia de desencuentros con la Champions, el PSG ha explorado un sinfín de alternativas. Kylian Mbappé, el prodigio francés, se unió a Lionel Messi, reciente campeón de América y en camino a la gloria mundial, sumando a Neymar, el artista de la bohemia futbolística. Pero la receta no funcionó: la frustración se acumuló y el club decidió cambiar de rumbo.

Ese nuevo derrotero lleva la firma de Luis Enrique, un entrenador que se aleja de lo convencional, siempre dispuesto a romper esquemas y desafiar las normas del juego. Un director técnico que interactúa con los hinchas en tiempo real durante los mundiales y que no teme decirle a Mbappé que corra más. Un disruptor, tanto dentro como fuera de la cancha.

Gianluigi Donnarumma, la muralla italiana, fue fundamental en la ruptura del maleficio que asediaba al PSG. A pesar de no haber tenido las mejores temporadas anteriormente, emergió como un emblema en la última, sin embargo, su destino ahora es incierto. Lo que comenzó como un dilema contractual se ha transformado en una decisión radical de Luis Enrique. “Así es el destino de los futbolistas de élite. Asumo toda la responsabilidad. Estas decisiones se basan en lo que mi equipo necesita”, declaró, provocando un torbellino de reacciones: sorpresas y críticas a partes iguales.

Gigio, tal como se le conoce a Donnarumma, no pudo ocultar su descontento. Sin embargo, el conjunto que PSG contrató en su apuesta por el español es un entrenador que no sigue las rutas convencionales hacia el éxito. En cualquier rincón del mundo el escándalo sería mayúsculo, pero la Champions sigue siendo un trofeo esquivo que da margen a acciones audaces. Solo el tiempo dirá si Luis Enrique ha ido demasiado lejos en su búsqueda por lo alternativo.