Una isla del Caribe cerca de clasificar al Mundial con un equipo y técnico europeos.

Publicado: 19 / 11 /2025

En un paraíso caribeño donde habitan apenas 155.000 almas, el fútbol asoma con una posibilidad épica: Curazao, bajo la bandera del Reino de los Países Bajos, está a un paso de escribir su propia historia en las Copas del Mundo: clasificarse al Mundial 2026 sin un solo jugador nativo.

Este fenómeno no es solo una curiosidad deportiva; es un caleidoscopio sociocultural que entrelaza el legado colonial, la movilidad europea y un cuerpo técnico de renombre, que ha sabido encender el talento dormido en los corazones caribeños.

Las conferencias de prensa se vuelven un mosaico de idiomas: inglés, neerlandés y papiamento se entrelazan, mientras los jugadores comparten su experiencia de regresar a la isla, aunque nunca hayan puesto un pie en ella. El entrenador Dick Advocaat, un veterano de múltiples competiciones que, antes de una inesperada salida del banquillo, aclaró que “solo debía organizar el talento disperso”.

La narrativa se teje con un hilo revelador: los 24 convocados, nacidos en el viejo continente, provienen de ciudades como Róterdam y Ámsterdam. El pasaporte neerlandés otorga a los curazoleños una puerta abierta hacia el fútbol de élite. Muchos de estos deportistas son descendientes de inmigrantes de la isla, viendo en Curazao la oportunidad que les negó el equipo nacional de los Países Bajos. “Algunos de ellos creyeron que podrían jugar por Países Bajos. Al cerrarse esa opción, surgió Curazao como una alternativa real”, relataba Advocaat antes de enfrentar a Jamaica, donde no pudo estar debido a motivos personales tras una apabullante victoria por 7-0 sobre Bermudas.

Con esa victoria, el equipo lidera el Grupo B con 11 puntos y está a un paso de asegurar su clasificación en Kingston. Un empate es suficiente; no obstante, el ambiente promete ser intensamente competitivo: el Independence Park está a rebosar, las entradas fueron un tema candente con precios que oscilan entre 2.000 JMD (US$ 13) y hasta 25.000 JMD (US$ 166), un tercio del salario mínimo mensual en Jamaica, lo que no ha frenado la demanda. El cartel de “Sold Out” se colocó rápidamente.

La gran expectativa en la isla de reggae no es menor: Jamaica necesita ganar para retornar a un Mundial tras Francia 1998, mientras Curazao anhela ser el país más pequeño y menos poblado en jugar una Copa del Mundo, superando a Cabo Verde e Islandia.

El proyecto curazoleño se destaca por su infraestructura europea y el talento de futbolistas que se han forjado en la Eredivisie. La dirigencia, mirando hacia el modelo multicultural de Francia, ha diseñado un plan que incluye a figuras como Armando Obispo (PSV), Juninho Bacuna (Birmingham) y Jürgen Locadia (ex PSV y Brighton), que nutren el plantel.

La clasificación significaría mucho más que un simple logro en el deporte: sería el cierre simbólico de un proceso de identidad que han cultivado durante décadas. “No venimos a Curazao a tomar el sol”, bromeó Cor Pot, el ayudante de Advocaat que dirigirá el partido en Kingston.

La decisión de Advocaat de regresar a Europa por razones familiares ha generado empatía incluso de la selección neerlandesa, donde su actual DT, Ronald Koeman, expresó: “Es una pena que Dick tenga que irse. Ojalá no sea algo grave”.

Mientras tanto, los jugadores están decididos. “Llevar a Curazao a un Mundial sería una experiencia inmensa. Tengo mucha familia en la isla y esto es incomparable”, afirmó Armando Obispo, uno de los pilares defensivos.

Todo se definirá en los próximos 90 minutos. Mientras Jamaica busca reafirmar su localía, Curazao aspira a cerrar este capítulo de su historia con un final que desafíe las expectativas.

El 28 de marzo de 2023, la selección argentina se enfrentó a Curazao en un amistoso, como parte de los festejos por la reciente obtención de la Copa del Mundo en Qatar. El resultado fue un contundente 7-0, destacándose un hat-trick de Lionel Messi, quien superó los 100 goles con la albiceleste. Curazao, en ese encuentro, fue relegado al rol de mero espectador en una celebración que evidenció la abismal brecha entre ambas selecciones.

La historia, en su esencia, está a punto de reescribirse. El sorprendente universo del fútbol tiene una nueva promesa en Curazao y su pueblo espera con ansias un futuro que bien podría ser brillante.

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