BAFICI 2022: 15 películas imperdibles
Publicado: 15 / 04 /2022
Tras dos ediciones golpeadas por la pandemia (la de 2020 se canceló y la de 2021 fue en su mayor parte virtual), la número 23 -que se realiza del 19 de abril al 1º de mayo– recuperará por completo la presencialidad en 15 salas ubicadas sobre todo en el centro de la ciudad de Buenos Aires y con entradas muy accesibles a 150 y 100 pesos. Pero además se mantendrá la alternativa de ver una parte significativa de la programación (223 de las 290 películas programadas) en la plataforma de streaming Vivamos Cultura (https://ciclosyfestivales.vivamoscultura.buenosaires.gob.ar/).
Más allá de la película de apertura (“Pequeña flor”, del argentino Santiago Mitre) y la de clausura (“Viens, je t’emmène”, del francés Alain Guiraudie), la programación tiene una diversidad y eclecticismo que le permite ir desde lo más radical del cine de autor hasta exponentes de los más variados géneros, documentales musicales o clásicos restaurados. De esa inabarcable oferta destacamos los siguientes 15 títulos:
“A Chiara”
(Italia-Francia), de Jonas Carpignano (sección Hacerse Grande). El director italiano (nacido en Nueva York) cierra su trilogía calabresa iniciada con “Mediterranea” (2015), sobre un grupo de refugiados africanos; y “A Ciambra” (2017), sobre una comunidad de gitanos, con una imponente e impactante película que va de lo familiar al thriller sobre la mafia de Reggio Calabria (los ‘Ndrangheta). La protagonista es la quinceañera Chiara (Swamy Rotolo, extraordinaria), quien ya desde el título asume el lugar protagónico y el punto de vista como una adolescente que va en busca de su padre, un querible hombre de familia, pero también un poderoso narcotraficante. Un film que exuda una potencia narrativa y dramática, una naturalidad, una credibilidad y un humanismo fascinante y conmovedor.
“Camuflaje”
(Argentina), de Jonathan Perel (Competencia Argentina). El director de “El predio” (2010), “17 monumentos” (2012), “Toponimia” (2015) y “Responsabilidad empresarial” (2020) construyó un documental con algunos elementos cercanos a la ficción con Félix Bruzzone, reconocido escritor y entusiasta runner, como protagonista absoluto. Bruzzone vivió durante mucho tiempo en una casa muy cerca de la base militar de Campo de Mayo, en principio sin saber que allí, en el centro clandestino conocido como El Campito, estuvo Marcela, su madre desaparecida. A partir de esa ¿coincidencia?, empieza a indagar -en cámara y desde la voz en off- en su propia historia, en la del lugar y en la de la gente que lo frecuenta en un film con múltiples implicancias íntimas, políticas e históricas.
“Great Freedom”
(Austria-Alemania), de Sebastian Meise (sección Romances). Premiada en festivales como Cannes, Sevilla, Viennale y Torino, esta película describe la desgarradora historia de Hans Hoffmann (el extraordinario Franz Rogowski, visto previamente en “Victoria”, “Transit” y “Undine”), un sobreviviente de los campos de concentración que pasa más tiempo en prisión que fuera de ella por el mero hecho de ser gay. Es que hasta 1969 la homosexualidad no solo era ilegal sino también fuertemente perseguida en Alemania y Austria, por lo que se les aplicaba el nefasto Artículo 175, que castigaba la sodomía en el código penal alemán desde 1871 y que fue ampliamente utilizado por el régimen nazi. La historia, que está narrada básicamente en tres tiempos (1945, 1957 y 1968), resulta tan perturbadora como conmovedora.
“Avec amour et acharnement”
(Francia), de Claire Denis (sección Trayectorias). La realizadora francesa de películas como “Bella tarea”, “35 rhums” y “Un bello sol interior” vuelve a trabajar tanto con Juliette Binoche como con Vincent Lindon en un film sobre los celos y las tentaciones en el seno de un matrimonio de larga data que entra en crisis con la aparición de un tercero en discordia (Grégoire Colin). La película le valió a Denis el premio a Mejor Dirección en la reciente Berlinale.
“The Novelist’s Film”
(Corea del Sur), de Hong Sangsoo (sección Trayectorias). Prolífico y fascinante, este cineasta surcoreano ganó el Gran Premio del Jurado en el Festival de Berlín por este largometraje en blanco y negro que parece un episodio más de su larga saga de historias de artistas (aquí hay un cineasta y una escritora) en medio de sus tribulaciones artísticas y sus angustias afectivas.
“Happy Together”
(Hong Kong), de Wong Kar-wai (sección Rescates). El 17 de mayo de 1997 se estrenó en el Festival de Cannes esta película sobre la torturada historia de (des)amor entre Yiu-Fai (Tony Leung) y Po-Wing (Leslie Cheung). A punto de cumplir 25 años, se trata de un film de culto entre la cinefilia internacional y más aún entre la argentina, ya que pocos directores consiguieron retratar una Buenos Aires tan bella, lírica y extraña como Wong Kar-wai rodando en La Boca o San Telmo.
“Sis dies corrents”
(España), de Neus Ballús (Competencia Internacional). Tras “La plaga” (2013) y “El viaje de Marta” (2019), esta directora catalana narra la historia de Pep (Pep Sarrà), quien está próximo a jubilarse en una mini compañía de servicios de reparaciones hogareñas. Muy a su pesar, Valero (Valero Escolar) toma para un período de prueba a Moha (Mohamed Mellali), un joven inmigrante marroquí que de manera simultánea está tratando de aprender catalán e integrarse. Las tensiones entre el encargado, un tipo querible pero muy irritable y dominado por los prejuicios, y el bienintencionado pero poco experimentado aprendiz no tardan en aparecer.
Hija de un plomero, Ballús decidió construir una ficción a partir de historias y personajes reales; es decir, trabajando con no-actores, personas comunes que se interpretan a sí mismos en pantalla. El resultado es una comedia asordinada que apuesta a la reivindicación de la clase trabajadora, de esos seres anónimos, sencillos y nobles (incluso con sus contradicciones y miserias) en la línea del cine de Ken Loach.
“Deserto particular”
(Brasil-Portugal), de Aly Muritiba (sección Romances). El director de “Para minha amada morta” (2015) y “Ferrugem” (2018) filmó una extraña y emotiva historia de amor entre dos hombres muy disímiles entre sí que fluye con naturalidad y que logra hacer de una vieja canción como “Total Eclipse of the Heart”, de Bonnie Tyler, un motivo musical genuinamente conmovedor.
“The Card Counter”
(Estados Unidos), de Paul Schrader (sección Trayectorias). A los 75 años, el mítico guionista y director estadounidense ratifica el buen momento que atraviesa luego de “First Reformed” (2017) con la historia de William Tell (Oscar Isaac), un ex militar y actual jugador profesional de póker cuya meticulosa y obsesiva vida se derrumba cuando se le acerca Cirk, un joven que busca su ayuda para vengarse de un coronel. Cine de género y cine político en un film inquietante y existencialista con aires de Robert Bresson.
“A-ha: The Movie”
(Noruega-Alemania) de Thomas Robsahm (sección Música). Con más de 40 años de trayectoria el trío noruego integrado por Morten Harket, Magne Furuholmen y Pål Waaktaar-Savoy tuvo su momento de gloria en los ’80 con un hit como “Take on Me”. Sin embargo, lejos de celebrar (solo) la vigencia y el éxito (vendieron más de 50 millones de discos, tocaron dos veces en Rock in Rio, hicieron una canción para la saga Bond como “The Living Daylights” y en un concierto en Berlín convocaron en 2005 a 200.000 personas), el film los muestra algo así como unidos por conveniencia, soportándose porque no queda otra. De hecho, viven en distintas ciudades, graban muchas veces por separado, tienen camarines individuales y solo se reencuentran sobre el escenario. Es cierto que sobre el final regalan algunos testimonios (cada uno por su lado, claro) que reivindican cierto respeto por los compañeros, pero hay algo extrañamente ligado a cierta “mala onda” que hace fascinante y morboso este anti-rockumental.
“El gran movimiento”
(Bolivia), de Kiro Russo (Competencia Internacional). Este segundo largometraje del director boliviano formado en la Argentina puede verse como una suerte de continuación de su consagratoria ópera prima “Viejo calavera” (2016) al punto que ambas comparten uno de los personajes como el de Elder Mamani. Pero ya no estamos dentro de una mina de carbón sino en los exteriores para una sinfonía urbana de La Paz y los seres anónimos que la recorren rodada en súper 16 milímetros. El cine de Kiro Russo sigue llevándonos por universos únicos y fascinantes.
“Small, Slow But Steady”
(Japón-Francia), de Shô Miyake (sección Trayectorias). Aunque tiene conexiones con otros films sobre boxeo como “Rocky” y “Million Dollar Baby”, el nuevo film del director de “Playback” y “And Your Bird Can Sing” se aleja de la épica para abrazar un tono más intimista en la historia de superación de una joven pugilista sorda que alterna entre los rings y las responsabilidades que implican su pertenencia a la clase trabajadora.
Tres clásicos del cine argentino
“Prisioneros de la tierra”, “La cifra impar” y “Bolivia”: ¿Qué tienen en común una película de 1939 dirigida por Mario Soffici y protagonizada por Ángel Magaña, Francisco Petrone, Elisa Galvé, Raúl de Lange y Homero Cárpena; una de 1962 rodada por Manuel Antín con Lautaro Murúa, María Rosa Gallo y Sergio Renán; y una de 2001 filmada por Israel Adrián Caetano? En principio, que son films clave en sus respectivas épocas y, claro, que se pueden (volver a) disfrutar en vistoso blanco y negro gracias a copias restauradas.