Darío Cvitanich e Ivana Figueiras arremeten contra Chechu Bonelli y genera polémica
Publicado: 01 / 12 /2025Cecilia ‘Chechu’ Bonelli y Darío Cvitanich se separaron después de 14 años de convivencia, marcando un hito en la esfera pública del espectáculo argentino. Esta ruptura no solo resonó en los corazones de sus fieles seguidores, sino que la inmediatez del anuncio dejó un aire de expectativa por el futuro y por las repercusiones que traerá. En menos de un mes, Cvitanich presentó a su nueva pareja, Ivana Figueiras, y con ello encendió un escándalo mediático que escaló rápidamente.
A cuatro meses de su separación bíblica, Chechu Bonelli se adentró en el streaming La Casa, donde, en un susurro cargado de emoción, reveló que fue su exmarido quien decidió poner fin a la relación. Sin caer en la trampa de la confrontación mediática, la modelo y comunicadora expresó su aprecio por el clan Cvitanich, especialmente por su exsuegra: “La amo con toda mi alma”, remarcó, dejando entrever la profundidad de sus lazos familiares.
En una interacción sentida con los panelistas, afirmó que aquellos vínculos se desvanecen con la separación: “Me invitaron a no tenerlo más… La sensación de familia se me rompió. Me voy a largar a llorar”, reflexionó, mostrando a todos una vulnerabilidad que pocas veces se observa en el entramado de las celebridades en el país.
Así, con lágrimas en los ojos, Chechu Bonelli narra cómo el lazo que la unía a su exsuegra representaba un pilar fundamental en su vida familiar: “Ella tiene todos hijos varones, entonces como que yo era una hija también para ella. Todo lo que aprendí de la maternidad lo aprendí con ella”. Este plano humano, verdaderamente conmovedor, contrasta con el frenesí mediático que rodea a la pareja.
Las reacciones de Cvitanich, aunque aparentemente despreocupadas, revelan un trasfondo tenso. En un ataque sutil, subió un video con su nueva pareja, acompañándolo de una frase directa al grano: “Te amo. Gracias por todo…”. Pero sus palabras no se detienen ahí; replicó con ironía a las declaraciones de Chechu, haciendo referencia a situaciones del pasado que aún parecen pesar, un guiño durísimo a los espectadores del drama familiar.
La escena escaló aún más cuando Ivana Figueiras, exhausta de las especulaciones y los comentarios malintencionados, se vio obligada a reaccionar también en redes sociales. “Mis hijas, mi límite. Gracias”, fue clara al marcar que ella no está dispuesta a comprometer su maternidad por la agitación mediática.
El drama no se detiene, en un torbellino de emociones, Ivana se defendió de acusaciones severas y exigió respeto a su integridad y la de sus hijos. “Yo estuve con alguien separado. Si él no le dejó las cosas claras a la ex, no es problema mío”. Y en sus palabras el eco de desahogo; la verdad, como una balanza entre lo público y lo privado, se había convertido en su propia cárcel.
En esta vorágine, las redes sociales estallaron, cada opinión disparaba como flechas en ambos sentidos. Las palabras de Ivana, aunque justificadas, herían el corazón de muchos. Pero, tras la tormenta, se atrevió a arrojar luz sobre su verdad: “Todo esto fue una locura. Y que quede claro, yo no rompí ninguna familia”.
Finalmente, en esta narrativa llena de giros emotivos y puertas que se cierran, el exjugador de fútbol optó por borrar los testimoniales que abundaban en su cuenta, cerrando un ciclo público de disputas que, aunque efímeras, resonaron en la memoria colectiva del espectáculo argentino.
