El momento de apretarse el cinturón
Publicado: 14 / 12 /2025La ciencia básica en Argentina enfrenta un duro revés con el nuevo esquema de financiamiento de la Agencia de Promoción de Ciencia y Tecnología. Proyectos previamente aprobados, como uno sobre los glaciares de la Patagonia, han sido anulados, generando un gran descontento entre la comunidad científica. El diario Página/12 ya lo ha llamado «CIENTIFICIDIO» y distintos organismos denuncian que las medidas del Gobierno amenazan el sistema de financiamiento científico del país.
Este debate no es nuevo. Ya en 1996, la Sociedad Argentina de Investigación Bioquímica advertía sobre los riesgos de la creación de la Agencia, que duplicaba funciones del CONICET. Hoy, el enfrentamiento se centra en quién decide el financiamiento: ¿gobierno o científicos?
El choque surge porque los aportes para la ciencia no se discuten desde una política amplia, sino como una cuestión de control y poder político.
Después de dos años sin rumbo claro, en diciembre, la Secretaría de Ciencia presentó los Lineamientos Estratégicos de Innovación 2025-2027, priorizando la inversión en sectores clave como la economía del conocimiento y la salud. La comunidad científica, sin embargo, parece más preocupada por no ser parte de la decisión sobre dónde irán esos recursos.
La realidad es que el financiamiento para la investigación es escaso. Un proyecto promedio apenas recibe 15,000 dólares al año, cifra que, aunque magra, es codiciada en el ámbito científico local. Sin embargo, se advierte que quienes buscan financiamiento real deben recurrir a contactos políticos.
A dónde vamos
En un país con recursos limitados, la Administración busca orientar la inversión hacia proyectos con potencial productivo. Sin embargo, la cancelación de financiamiento a proyectos ya aprobados ha generado críticas hacia un sistema que parece no tener la transparencia suficiente.
Qué hacer
La disyuntiva actual es cómo usar el dinero: mantener subsidios mínimos para la ciencia básica o apostar a proyectos aplicables con mayor financiamiento. En un contexto complejo, la ciencia argentina debe adaptarse y buscar recursos alternativos.
A favor y en contra
El nuevo esquema ha desregulado las importaciones para insumos científicos y ofrece subsidios más competitivos. Sin embargo, su ejecución es cuestionada por la falta de continuidad en el apoyo a proyectos y criterios poco claros de evaluación.
En resumen, se necesitan decisiones claras sobre el papel de la ciencia en el desarrollo nacional, priorizando un debate abierto que defina qué rol deben jugar los científicos en el país. La ciencia no se sostiene solo con buenas intenciones, y es tiempo de que el poder político lo reconozca.
