La Feria debate los 40 años de democracia, acechada en el presente por la antipolítica

La actual edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires convoca a conmemorar los 40 años de democracia en Argentina desde una agenda que además de ofrecer una copiosa oferta de libros alusivos aporta a la conversación pública una ingeniosa muestra fotográfica que contrapone momentos críticos en el curso de estos años, una colección de historietas impulsada por Conabip y un ciclo de charlas que pone en valor ese sistema de gobierno desde un presente complejo, acechado por la intolerancia, la antipolítica y los discursos de odio.

Los 40 años de vida democrática llegan con un país fuertemente afectado por el peso de la deuda externa y la presencia a nivel nacional e internacional de representantes de las derechas que con sus discursos y acciones enrarecen este sistema de representación ciudadana, en un momento donde algunos medios de comunicación presentan noticias falsas que dañan la credibilidad de las instituciones y de las personas.

Para iluminar estas zonas de conflicto y reflexión tendrá lugar en la Feria el ciclo de charlas “40 años vertiginosos: El valor de la democracia y qué hacemos con ella”, con oradores como Dora Barrancos, Carlos Rosanski, León Carlos Arslanián, Ricardo Gil Lavedra, Alfredo Zaiat, María Pía López, Elsa Drucaroff y Alejandro Dujovne, que se realizará desde el 10 al 13 de mayo, organizado por el escritor y abogado Miguel Gaya.

“Creo que deberíamos esforzarnos en volver a ‘poner en valor la democracia’, como se dice con escasa fortuna”, sostiene Gaya en diálogo con Télam. El escritor considera que “es difícil precisar de qué hablamos cuando mencionamos ‘el valor de la democracia'” y ensaya aproximaciones: “un sistema de gobierno”, “un cierto estado de derecho” o “de valores sociales de convivencia”.

“Si es un sistema de gobierno, es la primera vez en nuestra historia que la alternancia democrática no ha sido interrumpida ni viciada durante un periodo de 40 años desde nuestra consolidación como estado nación, hace poco más de un siglo y medio. Nunca había sucedido antes. Sin embargo, este hecho, sin duda positivo, no nos habla de la calidad democrática de los gobiernos que hemos elegido como sociedad”, analiza el autor.

En cuanto a la democracia definida como “un cierto estado de derecho, del equilibrio entre los poderes del estado y su trato con los ciudadanos”, Gaya sostiene que “allí también advertimos una serie casi interminable de tensiones y conflictos: si ponemos el ojo en los valores democráticos de convivencia, vemos que, así como vastos sectores han madurado hacia el respeto y goce de derechos civiles y sociales, otros muchos han oscilado entre la indiferencia y la hostilidad hacia cualquier idea de convivencia democrática. Y con un 40 % de la población debajo del nivel de pobreza, cualquier idea de ciudadanía responsable entra en discusión”.

El capítulo del  juicio a la las juntas militares

El ciclo abordará también el juicio a las juntas militares, que para Gaya es “un punto de inflexión en la consolidación de la democracia, tanto en valores institucionales como sociales. Es un punto de inflexión porque después del terrorismo de Estado y el descalabro jurídico que implica, se sometió a todos los ciudadanos a una única ley. Esto fue un giro copernicano en nuestra historia reciente. Es un legado de justicia que sirve de consuelo, de inspiración y esperanza”.

A tono con los 40 años de democracia, en esta edición el tradicional túnel de la Feria, que comunica con el ámbito externo, cuenta con una muestra de fotografías organizada por la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (Argra) que recorre momentos políticos en democracia contrapuestos a situaciones de claudicación y amenaza del sistema democrático, así como enfrentamientos políticos.

Muestra fotográfica

Con curaduría de Rafael Calviño, la muestra exhibe imágenes tomadas por los fotorreporteros argentinos desde 1982 a la actualidad e integran la fototeca de Argra. La exhibición reúne 40 fotos, que constituyen “una buena pintura de ese gran mural que es nuestra democracia en constante construcción, disputa y tensión”, dice Calviño.

Imágenes de un contraste simbólico que dan cuenta de los momentos históricos que se vivían, como la foto del 83, donde la cámara de Calviño capta el momento en que asume Raúl Alfonsín en la Casa de Gobierno y atrás aparece la figura de Reynaldo Bignone, último presidente del gobierno dictatorial. De ese año también se exhibe la imagen tomada por Víctor Buggé de Alfonsín saludando desde el balcón de la Casa Rosada.

Una imagen de Carlos Menem y Eduardo Duhalde, fórmula presidencial ganadora en 1989, contrasta con una foto de espaldas en la Quinta de Olivos, donde caminan Menem y Alfonsín, en el ocaso de su gobierno.

Dos momentos fundamentales del juicio a las juntas también integran esta galería de imágenes: cuando Alfonsín recibe de manos de Ernesto Sábato el informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) y seguidamente la de los integrantes de las juntas militares enjuiciados por la violación de derechos humanos.

La presencia de los carapintadas, que da cuenta de los momentos en que la democracia estuvo en peligro, en una imagen de Ricardo Cepi, integra la muestra.

El terrible asesinato de José Luis Cabezas, repudiado en una manifestación del 97, del fotógrafo Patrick Liotta; y otra de Alfonsín agarrándose la cabeza en un acto con De la Rúa, forman parte de este resumen de imágenes de los 40 años.

La dramática agonía de Darío Santillán, en una foto de José “Pepe” Mateos, del 2002, así como la última foto pública de Jorge Julio López, de Horacio Pavone, están presentes, y abriendo otra etapa, se destaca el momento histórico en que Néstor Kirchner ordena bajar el cuadro de Videla, en el Colegio Militar, en una imagen captada por María Eugenia Cerutti.

La emblemática foto de Maradona del Mundial del 86 con la copa en el balcón de la Casa Rosada, tomada por Pablo Grinberg, “nos pareció oportuna de exhibir, ya que la figura de Maradona reapareció en el último mundial agigantada al volver a ganar el mundial”, dice Calviño, así como las imágenes de Fernando Gens de los festejos de diciembre del año pasado, cuando la selección argentina obtuvo la tercera copa del mundo.

La celebración de los 40 años de democracia además convocó a la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip) a editar una colección de historietas destinada principalmente a las infancias y las adolescencias para compartir aspectos esenciales tales como la libertad, los derechos, las soberanías y las identidades, a través del humor, la poesía y la aventura.

La colección está conformada por cinco títulos: “Postales, 40 años de Democracia” de Jorge Repiso y REP; “En una baldosa” de Félix Bruzzone y Max Aguirre; “La Esperanza” de Paula Bombara y Lauri Fernández; “Un finde con la tía Aye” de Gabriela Saidon y Nacha Vollenweider; y “¿De quién es la Luna? de Luciano Saracino y Mora Sarquis – que será distribuida de forma gratuita, y a través de la Bibliotecas Populares de todo el país.

Como contrapartida de estos eventos reivindicativos de la experiencia democrática, o más bien como una evidencia de las diferentes expresiones sociales y políticas que caben en ella, la Feria también recibe a representantes de las nuevas derechas, que sostienen discursos proclives a la antipolítica, discursos de odio e ideas negacionistas que socavan la esencia de la vida en democracia. Hace unos días, la Fundación El Libro suspendió por pedido de Abuelas de Plaza de Mayo una mesa redonda en la que planeaban presentar un libro que habla del “mito de los desaparecidos”, en un claro gesto negacionista de los crímenes perpetrados durante la última dictadura cívico militar.

Supuestamente, el grupo negacionista planeaba presentar “La estafa de los desaparecidos: mentiras y millones” de José D’Angelo, quien se presenta como militar retirado.

Por otra parte, como representante de un discurso de la intolerancia esta semana se presentó en la Feria Agustín Laje, quien se asume como portavoz de la nueva derecha y presentó su libro “Generación idiota: una crítica al adolescentrismo”.

El joven politólogo, que se opone a la eutanasia, al aborto, al matrimonio igualitario, a la adopción homoparental, al lenguaje inclusivo desconociendo derechos consagrados por ley, presentó el texto con la sala de máxima capacidad, a pleno.

En esta línea, el candidato a presidente por Libertad Avanza, Javier Milei, representante de la antipolítica, que propone dolarizar la economía, eliminar el Banco Central, la libre competencia de monedas, reducir ministerios, una reforma laboral y el achicamiento del Estado, expondrá también sobre su nueva obra el 14 de mayo próximo.

Hablar de democracia también dispara la idea de generar acuerdos para una convivencia social equilibrada. “No existe sociedad compleja contemporánea que no esté atravesada por conflictos de intereses permanentes. El modo en que esos conflictos ineludibles se tramitan demuestra la calidad de la democracia”, reflexiona Gaya.

En ese sentido, el escritor opina que “sigue arraigada en una parte sustancial de nuestra sociedad la idea de que quien detenta el poder puede doblegar al resto. Ese poder puede ser político, económico o mediático. Sin embargo, en la idea de la democracia está el convencimiento de que habitamos una comunidad, y que todos deben buscar y aceptar un modo de convivencia que incluya el respeto a la dignidad humana de todos. Creo que el malestar actual con el estado de nuestra convivencia es también una oportunidad de mejorar del sistema”, apunta el autor de “El desierto invisible”.