Llega el 9° Festival de Circo para apreciar una disciplina que ‘es una forma de vida’
Publicado: 08 / 08 /2023
La carpa del Circo Rodas, instalada en el partido bonaerense de La Matanza, será, este miércoles, sede del 9° Festival Internacional de Circo, mezcla de espectáculo y concurso que reunirá a artistas locales y de otros países que serán evaluados por un jurado internacional para “así mostrar al público el que va a ser uno de los mejores actos que pueden verse en el país”, según anunció Fabián López, quinta generación de artistas circenses y uno de los organizadores de la velada.
“Este tipo de festivales siempre fue un poco más cerrado al mundo del circo, pero este año al tener figuras, los mejores actos de Argentina y al contar con tanta gente del exterior, estamos convencidos de que se armó un show de primera calidad y por eso se abre más al público”, destacó López durante una entrevista con Télam.
Formado en una familia de circo, primo de Marcos “El Bicho” Gómez y dueño de Cirque XXI, indica que la velada del festival en el predio enclavado en la intersección de las avenidas Crovara y General Paz, “va a tener que ver con algo tradicional que no tiene que ver con el espectáculo, el negocio o el show sino con una forma de vida”.
“El circo va cambiando pero es tradicional porque es transmitido de generación en generación y nos mantenemos todavía en esa misma perspectiva, en ese mismo formato”, asegura López sobre una actividad que en el país reconoce actualmente 55 diferentes circos.
Buena parte de esos elencos (que conforman un staff de unos 2.500 artistas) dirán presente el miércoles, desde las 20, en el Rodas para ser parte del 9° Festival Internacional de Circo.
Entre las figuras planetarias que dirán presentes esa noche se anuncian, entre más, el chileno Agustín Maluenda (uno de los payasos hispanos más reconocidos internacionalmente, propietario del Circo de Pastelito y Tachuela Chico) y el trapecista argentino Luis Poema, quien integra el Circus Circus Hotel and Casino de Las Vegas.
Como jurados dirán presentes Aldo Vázquez, propietario de Circo Hermanos Vázquez y Flip Circus, ambos de Estados Unidos, y jurado en el 45° Festival Internacional de Circo realizado en Montecarlo en enero pasado; Celeste Atayde, Gerente General del Circo Atayde Hermanos de México con 135 años de actividad y secretaria de gobierno como Coordinadora del Semillero Nacional de Circo; Federico Reder director del Reder Circus en Brasil; y Nelson Tabares, dueño del Circus Vargas en Estados Unidos.
Ese cuerpo de personas especializadas premiará la mejor actuación de la noche tomando en cuenta parámetros como la dificultad, arte escénico y vestuario.
“La verdad que no hay en el país una especialidad como sucede con los payasos en Chile o los malabaristas de alambre tenso en Colombia. Tal vez hoy no tenemos tantos trapecistas que hagan el trapecio a vuelo, pero sí tenemos los que hacen trapecio sencillo -de una sola persona- y son de los mejores de Sudamérica.”Fabián López
“Yo creo que va a darse marco único donde además habrá homenajes y las visitas de Flavio Mendoza y ‘El Bicho’ Gómez, dos de las más populares figuras del circo de hoy en el país”, agregó López acerca del encuentro cuyas entradas se encuentran a la venta por medio de www.passline y que tendrá la dirección general de Gastón Ellie quien supo ser trapecista del espectáculo “Circo Alegría” del Cirque du Soleil.
-¿Cómo es la escena del circo hoy en Argentina?
-Gracias a Dios hoy el circo está muy bien posicionado y es de los mejores de Sudamérica gracias a la vara muy alta puesta por Flavio Mendoza con el Circo Ánima, el Circo Servian, el Circo Rodas y Cirque XXI que son circos importantes, de una gran envergadura donde que actualmente pueden competir a nivel estructura y espectáculo con distintos circos del mundo por eso que también obviamente nos empiezan a visitar gente de otros lados porque porque empezamos a hacer un centro de atracción para todos.
-¿Por qué etapas pasó el circo en el país?
–El circo siempre fue mutando a lo largo de los años, de una historia que arranca hace 200 años con circo-teatro, después vino el circo con animales con el que Argentina fue potencia en los años 70 y 80 y por eso los empresarios del exterior siempre vinieron a buscar artistas argentinos como la hecho el Cirque du Solei y lo sigue haciendo, como en el caso de “Bazzar” con la acróbata Josefina Oriozabala.
-¿En qué momento estamos y qué da su sello a la actualidad del circo argentino?
-A partir del 2007-2008 volvimos a darle esta vuelta de tuerca impuesta por el Cirque du Soleil e implementamos ese estilo de espectáculo un poco más acrobático, un poco más en conjunto con lo que es la danza, la música, la puesta en escena, la iluminación, tratando de brindar un tipo de show que ha vuelto a acercar al público. Nos hemos aggiornado y festivales como el del miércoles próximo también incentivan a la nueva generaciones a mejorar sus actos, a tratar de brindar la mejor destreza física.
-¿Hay alguna característica o particularidad que tenga el circo argentino?
– La verdad que no hay en el país una especialidad como sucede con los payasos en Chile o los malabaristas de alambre tenso en Colombia. Tal vez hoy no tenemos tantos trapecistas que hagan el trapecio a vuelo, pero sí tenemos los que hacen trapecio sencillo -de una sola persona- y son de los mejores de Sudamérica.
-¿Cuánto influyen las escuelas de circo para mantener viva esta disciplina?
-El circo también está teniendo un vuelco desde hace unos cuantos años con la Escuela de Circo Criollo de los hermanos Videla (fundada en 1989) que generó una movida circense que no la teníamos en cuenta por la cantidad de chicos y chicas que quisieron aprender estas disciplinas y hoy por hoy hay actos de circo implementados en en eventos, en obras de teatro y se ha abierto mucho más el panorama.
-¿Por dónde andan habitualmente los 55 circos locales a los que hacías referencia?
-El lugar más irregular para trabajar hoy en Argentina es la Ciudad de Buenos Aires debido a las reglamentaciones y a algunas pequeñas trabas, pero después nos movemos por distintas ciudades siguiendo una tradición itinerante.
-¿Cómo fue tu propio camino en esa tradición?
-Como casi toda la gente de circo, pisé el escenario mal, bien o regular desde los tres cuatro años. Primero siendo niño con una naricita de payaso para perderle el miedo al escenario jugando un rato ante el público y así arranqué. Hice de payaso, de trapecista y de acróbata en cama elástica pero tuve un accidente a los 15 años y ahí se me desvió un poco la carrera y me dediqué a esto, a crear un circo.
-¿A qué atribuirías la permanencia del circo como espacio?
-Aunque estemos peleando contra las redes sociales, las plataformas y las nuevas tecnologías, siento que el circo es el único espectáculo que todavía puede reunir a la familia y emocionar por igual a tres o cuatro generaciones.