Los huevos en una sola canasta

Publicado: 13 / 11 /2023


Milei y Massa durante el debate de este domingo
Milei y Massa durante el debate de este domingo

Lo que ha dejado en claro el debate del domingo es que hay un presidente con un programa, seguro de sus intenciones y con herramientas para instrumentarlo, y un empleado de otros patrones que, como dijeron los testigos del paseo a que fue sometido, tiene pendientes varias materias para aprobar la candidatura.

La inseguridad de este empleado apenas si tapa su asombrosa ignorancia, la tupidez de sus posturas y la desfachatada intención de continuar con este “furbo”. En las fantásticas “Aguafuertes Porteñas” de Roberto Arlt, así se definía al mafioso o camorrero que viola todas las leyes sin peligro de que éstas se vuelvan en su contra, pues goza de una aparente impunidad dada por sus “auspiciantes”.

La manera en que se combate al “furbo”, además de la policía, es examinando permanentemente la calidad y el accionar del sospechoso. Contar todos los dedos antes y después de darle la mano. Si hay que escuchar su perorata, ir urgentemente después hasta la autoridad de la esquina y relatarle lo que dijo, para que quede registrado…

Lamento profundamente que el inmediato presidente con programa no lo haya nocauteado al empleado. Porque lo tuvo groggy y prefirió seguir la de Nicolino y no la de Monzón o Galíndez. No lo demolió. Optó por la Gran Locche y lo visteó, lo mareó, hizo que tropezara con sus propios pasos y dejó al desnudo, como en las inolvidables exhibiciones del “Mago” en el Luna, la irreparable, irremediable nimiedad de este chico, como le dijo Urtubey, que apenas está para cadete más o menos confiable de algún negocio del barrio.

Ahora, mis queridos, además de tener la “escaloneta” futbolística, tenemos la “escaloneta” a cargo del inmediato presidente. Y basta de perder tiempo con estos perejiles que se las dan de tabloneros y confunden a Cruiff con Beckenbauer o parangonan la gesta de NUESTRAS Malvinas con las tres pepas que nos encajó el franco-camerunés Kylian Mbappé Lottin en Qatar…
“¡Muchaaaacho!…”

Hay un postulado programático que viene repitiendo el inmediato presidente, vinculado con nuestras trajinadas relaciones exteriores: el camino a la multipolaridad. Como la Mayoría Mundial, la Argentina debe estar empeñada en buscar alternativas al cepo ilegal y criminoso del FMI o, lo que es lo mismo, los fondos buitres. Podemos seguir discutiendo la legalidad de la ilegal deuda con el FMI hasta el hartazgo. Podrán mandarnos todas las comisiones veedoras que se les ocurra. Seguirá siendo una pesada carga que hay que resolverla de una buena vez y eso, claro, sólo se cura con cristalinas finanzas y recursos sanos.

Como el pago que hizo Néstor y por el que todos creímos que por fin habíamos mandado “ALCA… rajo” al FMI, siguiendo los sabios consejos del entrañable comandante Hugo Chávez (negro, coronel y… cómo no, comunista). Pero luego apareció el “calabrés” y se quedó con el botín. Con todo el botín.

Este domingo 19 se define la Presidencia del pas
Este domingo 19 se define la Presidencia del país

Así que ahora aquí estamos. Se supone que hemos aprendido la lección. Superemos calamidades naturales como la pandemia o la sequía o impuestas como la criminal, ilegal y facinerosa deuda. Veamos cómo podemos hacer para pagar lo menos que se pueda pero lo que nos deje libres y cómo podemos hacer para generar los recursos necesarios para el desarrollo de nuestra Patria. La Argentina es tan increíble y abrumadora que sólo necesitamos ponernos de acuerdo para lograr esos objetivos.

Entonces, abramos el mostrador. Tenemos para ofrecer además de commodities agropecuarios, recursos mineros, fuentes energéticas, riquezas marítimas, un deslumbrante capital humano forjado por nuestra educación pública, gratuita, inclusiva y de calidad, como dice nuestro inminente presidente. Es decir que, además, tenemos el inexorable valor agregado que convierte nuestros tesoros en desarrollo y bienestar.

Esto es lo que podemos ofrecer al mundo. Además de una tierra amable, acogedora, con una constitución cuyo preámbulo todavía dice: “constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”.

Luego de largos años de idas y vueltas, de dudas, de chicanas, de feas agachadas y solapadas dificultades, la Argentina ingresa a los BRICS. El 1 de enero de 2024 seremos miembros plenos de una organización que ese día se ampliará a 11 miembros (los originales Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica más ahora Irán, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Argentina, Egipto y Etiopía)  pero que, bajo la presidencia pro-tempore rusa admitirá en 2024 a casi veinte países más.

Se constituirá así, en uno de los dos grandes pilares del nuevo mundo multipolar, donde las normas no están dictadas por los intereses de uno sino por el consenso de todos, donde el respaldo y la integración económica se determina por el grado de desarrollo de los proyectos conjuntos, donde no hay, es imposible que exista un bloque dominante porque se integran civilizaciones maduras y muy variadas.

Hay otra organización a la que vale la pena, sin duda, prestarle especial atención. La OCSh (Organización de Cooperación de Shanghai) que agrupa 9 estados miembros: India, Irán, Kazajstán, China, Kirguistán, Pakistán, Rusia, Tadzhikistán y Uzbekistán; 3 observadores: Afganistán, Belarús y Mongolia y 14 socios: Azerbaidzhán, Armenia, Bahrein, Egipto, Cambodzha,  Qatar, Kuweit, Maldivas, Mianma, Nepal, OAE, Arabia Saudita, Türkyie y Shri Lanka.

En ambas organizaciones existen las correspondientes estructuras financieras destinadas a soportar proyectos de desarrollo de infraestructuras en los países adheridos. Aunque también es posible acceder a estos servicios financieros simplemente por ser un país independiente y soberano.

Las dos organizaciones representan la Mayoría Mundial. Detentan el aplastante porcentaje de recursos energéticos, de agua potable, de alimentos y de capital humano. Las dos organizaciones son concentradoras de desarrollos tecnológicos de punta. Los programas “Una franja-una ruta”, “Corredor Norte-Sur”,  “Camino Marítimo Norte” o el olvidado “Gran Gasoducto del Sur” de Néstor y Chávez definen una perfecta frontera entre la soberanía y la dependencia. Es de público conocimiento a qué ha conducido a nuestras patrias la dolosa desobediencia a esta definición.

Es hora de que, pese a la brutal ignorancia del empleado, nos lancemos de inmediato, sin perder un minuto, a la tarea práctica de insertarnos en estos “mercaditos” de miles de millones de personas. Entre otras cosas, tendremos que aumentar a escala de ellos nuestra economía para poder ser verdaderos oferentes o potenciales socios.

Nuestro inminente presidente postula la gestión del trabajo y la producción. Esa es la única opción para: a) presentarnos al nuevo mundo multipolar; b) generar los recursos genuinos para saldar el residuo legal de la aberrante deuda; c) estabilizar los parámetros de nuestra propia economía que permitan el desarrollo del mercado interno; d) promover, propugnar, impulsar una abrupta elevación del nivel de preparación activa de nuestra juventud mediante la educación; e) desplegar la tan postergada cartera de proyectos de infraestructura energética, de transporte, de obras públicas, sanitaria y educacional; f) asegurar para siempre la vigencia del Estado de Inversión Social, en detrimento de toda intentona “anarcocapitalista” ciegamente orientada a pulverizar el tejido social en aras de superganancias superconcentradas.

Tenemos la increíble suerte de ser el país que somos. Contamos con un extraordinario capital humano. Disponemos de todas las riquezas a flor de piel. Sarmiento reclamaba cien millones de argentinos. Apenas somos 45 millones. Dependerá, entonces, sólo de la simbiosis que logremos construir entre el pueblo y nuestro inminente presidente. Dependerá tanto de su gestión personal y sus convicciones, como de las resoluciones que adoptemos para despegar.

Néstor había dicho que no dejaba sus convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno… Este es el momento en que esta afirmación debe ser proclamada una vez más por el inminente presidente y acompañada como siempre por un pueblo resuelto a la transformación revolucionaria de nuestra Argentina. Y ya sabemos en qué canasta hay que poner los huevos…
Como siempre digo, este es el punto crítico…

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Fuente: TELAM