‘Mi madre era pianista y mi contacto con la música se dio desde muy niño’
Publicado: 29 / 03 /2022
Anthony Wonsey, el destacado pianista estadounidense considerado un referente neoyorquino del hard bop y el llamado post bop, que durante cinco años integró la banda del mítico baterista Elvin Jones, se presenta esta semana -el 1 y 2 de abril- en Bebop Club, en el barrio porteño de Palermo, en una serie de conciertos en distintos formatos junto a músicos locales.
El pianista actuará el viernes 1 de abril, a las 20, solo con su piano; y a las 22.30 repetirá en cuarteto, acompañado por el trompetista Mariano Loiácono, el contrabajista Jerónimo Carmona y el baterista Eloy Michelini; en tanto que al día siguiente, lo hará a las 20, junto con la cantante Julia Moscardini, el contrabajista Mauricio Dawid y el baterista Alejandro Beelman; y a las 22.30 a dúo con Loiácono.
“La idea que me propuso Mariano es que pueda tocar en diferentes formatos y con diferentes músicos, así que estoy pensando en cuatro conciertos con repertorios diferentes, algunas composiciones originales y algunos standards. Intentaré que los músicos se sientan cómodos conmigo y podamos disfrutar de la música“, dijo Wonsey a Télam, al referirse a la convocatoria que recibió de parte de Loiácono.
Oriundo de Chicago y con estudios en la prestigiosa Berklee College of Music en Boston, la carrera de Wonsey tomó impulso a partir de su participación en bandas de famosos músicos, como el caso de Roy Hargrove, Antonio Hart, Kenn Garrett y Nneena Freelon, entre otros.
La frutilla del postre llegaría en Nueva York cuando durante por cinco años fue parte de Jazz Machine, la formación comandada por el legendario baterista Elvin Jones, ubicado en el olimpo del género fundamentalmente por haber grabado “A Love Supreme”, el más famoso disco de John Coltrane y obra cumbre del jazz moderno.
Desde entonces, el pianista se consolidó como solista con sus distintas formaciones y cultivó una merecida fama por su innovador toque que le dio nueva vida al hard bop, tal como se desprende de su más reciente disco “Lorraine´ Lullaby”, editado en noviembre pasado.
Con Mariano Loiácono como anfitrión, la presencia de Wonsey retoma la serie de visitas de músicos de jazz de primer nivel a Bebop Club, en un ciclo que ya contó con Antonio Hart, David Williams, Clarence Penn, Cyrus Chesnut y Carl Allen, entre otros artistas.
Poco antes de sus shows en nuestro país, Anthony Wonsey anticipó a Télam algunos aspectos de sus shows, recordó su experiencia junto a Elvin Jones y opinó sobre la escena actual del jazz, entre otras cosas.
-En cada show que darás en la Argentina te estarás presentando en distintos formatos. ¿En cuál de ellos te sentís más cómodo y por qué?
-El cuarteto es mi favorito porque tengo la posibilidad de tocar mucho tiempo en trío con la sección rítmica y hago acompañamiento al solista, que es algo que me gusta mucho.
-¿Qué aspectos priorizás cuando tocás en grupo y cuáles cuando lo hacés solo con tu piano?
-Siempre pienso en la energía y en encontrar mi mejor versión para que el grupo suene lo mejor posible. Cuando estoy solo la idea es similar, solo que depende todo de mí mismo.
-¿Cómo resulta la experiencia de tocar con músicos locales?
-Lo he hecho muchas veces. Siempre es una experiencia que genera expectativa hasta el momento de tocar. Afortunadamente ya he tocado con Mariano (Loiácono) así que estoy seguro que la música va a estar muy bien.
-Conocemos a Chicago como la cuna del blues. ¿Se notan esas influencias en tu música?
-Crecí escuchando la música de Chicago. Mi madre era pianista así que mi contacto con la música es desde muy niño. Todos los músicos de Chicago tenemos esa música dentro nuestro.
-¿Hubo un cambio de perspectiva en tu música cuando te mudaste a Nueva York?
-En Nueva York estaban todos mis héroes: Malgrew Miller, Hank Jones, McCoy (Tyner), Herbie (Hancock), Chick Corea. Yo venía de vivir en Boston, estaba obnubilado con la ciudad y enseguida tuve llamados de músicos que yo admiraba muchísimo como Elvin Jones o Freddie Hubbard. Hoy estoy en un momento más maduro, más sensible con la música y con el mundo.
-¿Cómo recordás tu experiencia con Elvin Jones?
-Tocar con Elvin fue un regalo de Dios. Elvin fue un maestro y un ser humano increíble. Su toque era insuperable, su sensación de los ritmos y el compromiso con el que tocaba me marcó para siempre. La música estaba por encima de cualquier cosa.
-¿Cómo ves la escena actual del jazz y de manera sentís que estás contribuyendo?
-Hoy la escena ha cambiado, hay poco concepto de grupo y es más un concepto individual. No puedo pensar en mi contribución, doy lo mejor de mí. Veremos con el paso del tiempo si algo queda.