Nicolás Ramírez vuelve a ser el árbitro del Boca-River: un repaso de sus actuaciones anteriores

La Liga Profesional de Fútbol ha hecho oficial que Nicolás Ramírez se encargará de dirigir el esperado Superclásico entre Boca Juniors y River Plate este domingo a las 17:30 en la Bombonera, un duelo que trasciende lo deportivo y se convierte en un evento mediático de magnitudes inimaginables.

Ramírez, un árbitro de 38 años considerado entre los mejores del país, se convierte en el protagonista obligado de este choque. Su presencia no es casualidad; ha estado al frente de los últimos dos encuentros entre ambos equipos, consolidando su rol en encuentros de alta tensión como finales y clásicos decisivos. Esto ha sido ratificado tanto por la Liga Profesional como por la AFA.

El árbitro será asistido por Juan Belatti y Pablo González, mientras que Pablo Giménez asumirá el rol de cuarto árbitro. El VAR estará dirigido por Héctor Paletta, acompañado de Sebastián Habib, un equipo preparado para afrontar las decisiones que podrían cambiar el rumbo del partido.

El próximo Superclásico será el tercero consecutivo que Ramírez arbitra, un hecho poco habitual en la historia del arbitraje argentino. En sus dos actuaciones previas, ambas culminaron con victorias de River, pero no sin controversia. En el último de ellos, que culminó 2-1, Ramírez mostró autoridad ante las decisiones que desencadenaron protestas acaloradas de los jugadores.

El primer gran desafío de Ramírez en el Superclásico llegó el 21 de septiembre de 2024, cuando provocó una controversia mayúscula al anular un gol de Milton Giménez por un toque con la mano en una jugada que tuvo a todos los hinchas de Boca enardecidos. Este tipo de decisiones han marcado su carrera, siendo habilidad y coraje en la toma de decisiones los sellos de su estilo.

Ramírez no sólo ha dirigido encuentros entre estos dos colosos del fútbol argentino, sino que ha tenido un camino que lo llevó a arbitrar diez partidos de River y nueve de Boca hasta la fecha. Su rendimiento ha sido medido escrupulosamente y aunque los datos muestran un leve favorecimiento a Boca, cada encuentro se convierte en un nuevo capítulo de una rivalidad que nunca descansa.

Para este nuevo enfrentamiento, los ojos estarán puestos no solo en Ramírez, sino también en el VAR, donde Hector Paletta asumirá nuevamente un rol crucial, tras haber estado envuelto en polémicas en encuentros anteriores. Esta vez, la exigencia será máxima, ya que ambos equipos se encuentran en lucha intensa por acceder a la Copa Libertadores.

El duelo, programado para el domingo 9 de noviembre a las 16:30, promete no solo ser una batalla deportiva, sino también un momento cargado de adrenalina que determinará el rumbo de la temporada para ambos equipos. Sin duda, la Bombonera será un auténtico horno que multiplica la presión sobre todos los implicados, desde los jugadores y entrenadores hasta el cuerpo arbitral, y cada decisión del árbitro Ramírez será sometida al escrutinio de millones en el país.