Religión y Fuerzas Armadas

Publicado: 28 / 06 /2023


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La vida política argentina y la Constitución Nacional no están lejos ni fuera del alcance de los procesos religiosos. El texto magno se escribió en 1853 “invocando la pretensión de Dios, fuente de toda razón y justicia”. El artículo 2 de esa ley suprema ordena que “el Gobierno Federal sostiene el culto católico, apostólico y romano”. El artículo 75, inc. 27 en la versión reformada de 1994 prescribe al Congreso de la Nación “fijar las fuerzas armadas en tiempo de paz y guerra, y dictar las normas para su organización y gobierno”. El artículo 99 en sus incisos 12, 13, 14 y 15 designa la presidente de la República como “comandante en jefe de todas las fuerzas armadas de la Nación”, dispone de las mismas y “corre” con su organización y distribución según las necesidades de la Nación y le brinda la potestad de declarar la guerra y ordenar represalias “con autorización y aprobación del Congreso”.

¿Cómo funciona la relación entre la religión y las FFAA del Estado argentino? Los constitucionalistas han debatido acerca del verbo “sostener”, aunque ese debate no estuvo presente en las reuniones convencionales de 1994, donde las fuerzas partidarias no quisieron abrir un debate sobre el tema que siempre es desechado con el conveniente argumento “no es tiempo para esa discusión”.

Las relaciones entre el poder político y la Iglesia en la Argentina atravesaron la tormenta del choque entre el obispado y el presidente Julio Roca a fines del siglo XIX con la ruptura de relaciones entre el estado nacional y el Vaticano y el más duro de mediados de los años ’50 entre la cúpula católica y el gobierno del presidente Juan Perón, que culminó con el apoyo eclesiástico al golpe de estado de septiembre de 1955.

Alfonsín tuvo roces y choques con la jerarquía eclesiástica, a partir del dictado de la ley de divorcio, y el más espectacular fue la contestación del Presidente al entonces obispo castrense, nada menos que en el altar de la iglesia Stella Maris, sede de su episcopado.

Los presidentes kirchneristas se enfrentaron al obispo castrense Baseotto en 2005 a propósito de del uso de preservativos en prevención del VIH, cuando ese prelado planteó, implícitamente, el lanzamiento al mar del ministro de Salud, Ginés González García. La educación sexual y la discusión sobre el aborto marcaron diferencias. Y se dieron choques con el entonces arzobispo porteño Jorge Bergoglio que, cuando fue electo como Papa pasó a convertirse en abanderado de derechos sociales caros al peronismo y aquellas diferencias pasaron al olvido.

Las relaciones entre Estado e Iglesia Católica se vuelven tórridas en la Argentina cuando se trata de los subsidios a la enseñanza privada y los vínculos de aquella con las FFAA.

En 1957, el golpe de la “revolución libertadora” instituyó el Vicariato Castrense reuniendo a las Vicarías del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, por un decreto firmado el 28 de junio de 1957.  En 1986 el Papa Juan Pablo II elevó la Vicaría a Obispado Castrense.  En 1992, el gobierno del peronismo menemista reconoció esta transformación del Vicariato en un Obispado Castrense inspirada por la Sede Romana en los preceptos del Concilio Vaticano II, el nuevo Código de Derecho Canónico y la constitución apostólica “Spiritual Militum Curae”. 

Los vínculos de muchos sacerdotes y prelados de esta sección de la Iglesia Católica con las acciones represivas ejecutadas por la última dictadura plantearon un conflicto no saldado al día de hoy. Después de un largo período de vacancia, el Papa Francisco designó como Obispo Castrense a Santiago Olivera (quién no pertenece al perfil litúrgico de, por ejemplo, el recientemente designado arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva) para conducir a los 184 sacerdotes de la diócesis.

Por ello, fue significativa la palabra del ministro de Defensa, Jorge Taiana, en la 31 Conferencia del Clero Castrense realizada a mediados del presente mes de junio. En general, no suele darse esta presencia, que está plenamente autorizada por el vínculo normado al establecerse el Obispado. El ministro Taiana realizó una exposición que eludió eventuales conflictos y buscó líneas de convergencia. Así manifestó a los más del centenar de capellanes y al propio Obispo Olivera que “creo que es importante recordar que los jóvenes están inmersos, cada vez más, en una cultura cada vez más individualista, materialista y consumista”, una afirmación que seguramente distó de estar enfrentada al pensamiento del clero que lo escuchaba. También buscó otro punto de confluencia al indicar a sus oyentes que “no podemos imaginar a un integrante de las FFAA actuar sin un concepto básico de solidaridad para su labor y para actuar junto a sus compañeros y creo que es parte de su tarea transmitírselos”. 

El cónclave analizó, muy oportunamente, el libro “La verdad los hará libres” editado por la Conferencia Episcopal Argentina y la Universidad Católica Argentina con los resultados de la investigación oficial de la Iglesia Católica en la Argentina sobre la responsabilidad de la misma en relación a los hechos represivos ejecutados por la última dictadura. ¿Se abrirá una nueva etapa en las relaciones Iglesia Católica, FFAA y Estado Argentino? Ello dependerá, en mucho, del resultado de las próximas elecciones nacionales.

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  • Fuente: TELAM