Taylor Swift se suma a las famosas que lucen un anillo de compromiso gigante

Los anillos de compromiso llamativos han sido la norma entre las estrellas, ¡pero ahora parece que han crecido aún más!

El mes pasado, Cristiano Ronaldo sorprendió a Georgina Rodríguez con un anillo de diamantes tan grande como para obstruir medio nudillo. Con un estimado de 25 a 35 quilates, la joya desató críticas por su tamaño descomunal.

No es el único anillo grande del año. Lauren Sanchez Bezos mostró un raro diamante rosa en una fiesta en Venecia. La joya, valorada entre $3 y $5 millones, parece casi atraer la luz por sí sola.

Ahora, Taylor Swift se sumó con un anillo de compromiso de diamante antiguo, diseñado por su prometido Travis Kelce junto a Artifex Fine. Aunque más pequeño, con 7 a 10 quilates, no pasó desapercibido.

“No es alguien que simplemente fue y pidió el diamante más grande,” comentó Garret Weldon sobre la elección de Swift, destacando la rareza del diamante.

Weldon describió el diamante de Swift como “el Santo Grial” por su rareza, posiblemente datando del siglo XVIII o principios del XIX.

A pesar de su belleza, para muchos lo que impacta es el tamaño. En EE. UU., el promedio es de 1 quilate, pero el de Swift cubre al menos la mitad de su dedo.

Pero comparado con los de Rodríguez y Sanchez Bezos, es discreto. “Es un tamaño muy usable,” dijo Weldon. No tan grande como para tocar el nudillo.

Las gemas enormes siempre atrajeron a los famosos. Richard Burton regaló un anillo de 33.19 quilates a Elizabeth Taylor, y ahora son aún más comunes.

“Las grandes piedras siempre transmiten estatus y exceso,” dice Charlie Boyd de Harper’s Bazaar Arabia. Antes eran solo para monarcas, ahora las tienen famosos y magnates.

Las redes sociales, como Instagram, han visibilizado más estos anillos, creando expectativas distorsionadas. Ahora es raro que una pareja se comprometa sin un “ring shot”.

Además, la tecnología ha facilitado la talla de grandes piedras. Los joyeros pueden obtener el mayor rendimiento de un diamante en bruto.

El diseño refleja la sociedad y su época. A finales del siglo XIX, los anillos eran de estilo art nouveau, recuerda Weldon.

¿Cómo interpretarán las futuras generaciones estos anillos enormes? Dominados por una piedra central, son sobre tamaño, no arte, según Weldon.

Boyd califica la tendencia como una estética “flash-first”, con bandas delgadas para maximizar la luz sobre el diamante.

Anillos de compromiso de diamante se popularizaron en los EEUU en los 1940s. Ahora, es una tradición rara vez omitida. Si la tendencia continúa, puede que se transformen en una joya apreciada en privado.

Un anillo de compromiso puede ser “un talismán para recordar ese momento particular,” pero los inconvenientes de las joyas extra grandes pueden llevar a guardarlos en lugar seguro.

Boyd menciona el “síndrome de empequeñecimiento de diamantes,” donde un diamante parece más pequeño con el tiempo. Esto podría explicar la normalización de anillos grandes, concluye Boyd.