Un homenaje a Belgrano y a la patria en una obra para todos los públicos

La figura de uno de los grandes próceres de la Argentina: Manuel Belgrano, pero también su época convulsionada y el concepto cambiante y mutable de “patriota” son los ejes de la obra estrenada el viernes en el Teatro Templum.

En la historia de “Arriba el bajo pueblo” que sube a escena cada viernes a las 21, un trío de historiadores pretende responder  qué es ser patriota en relación con el creador de la bandera. Pero mientras más investigan, el relato se les complica y deben improvisar nuevas y múltiples obras para contar una época compleja: la primera década tras la revolución de 1810. Entonces descubren que por entonces no existía una “Patria” con mayúsculas, sino que era un territorio de modelos de patrias en pugna.

El elenco que lleva adelante este ejercicio de investigación y de reflexión tiene un nombre peculiar: “Republiquetas” y surgió en 2016 con una obra que recordaba a las “republiquetas” del Alto Perú que firmaron la Declaración de Independencia, Se presentaron en un ciclo del Teatro Cervantes y luego siguieron indagando en temas del pasado nacional. En todas las obras exploramos la idea de que la construcción de la nación no se produce de un día para el otro sino que se va armando y es mutable desde el concepto mismo de Nación”, sintetiza Gabriel Yeannoteguy, autor del texto y también actor.

Para reseñar a Belgrano y a su convulsionada época los actores que también son dramaturgos (además de Yeannoteguy son José María Barrios Hermosa, Francisco Civit, Fernando Migueles) contaron con la colaboración de Mariana Pérez, profesora y doctora en Historia de la UBA e investigadora del Conicet. “Yo estoy encantadísima de haber podido colaborar porque es un producto cultural muy interesante pero además porque una obra de teatro es una forma inteligente de tender puentes entre lo que hacemos los historiadores, lo que estamos investigando y esta época, y el público en general”, analiza Pérez e inscribe esta interacción entre la historiografía y el espectáculo en la corriente de “historia pública” que se traduce en otras obras, podcast, programas de radio y televisión y otras expresiones culturales, que les permite a los historiadores trascender el ámbito académico.

La especialista del Instituto Ravignani de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA destaca que, desde el título mismo, la obra apunta a rescatar otro costado de la historia: “Indaga e cuáles fueron las experiencias de los sectores populares en los procesos de independencia, y en la en la revolución en marcha. Es algo que está siendo investigado en profundidad en los últimos 25 años en el campo de la historiografía”. “La obra cuenta cómo vivieron los blancos pobres, los mestizos, los habitantes del campo la Revolución y la Independencia”, agrega e inscribe esta mirada en un proceso de reescritura de la historia que se da constantemente.

A la hora de explicar por qué una propuesta que indaga en la historia de la gente común se enfoca en Belgrano, Yeannoteguy describe al creador de la bandera  como “una excusa dramática” ya que el texto comenzó a gestarse en febrero de 2020 cuando se cumplían 200 de su muerte e iba a ser el Año Belgraniano. “Pero llegó la pandemia y empezó a haber similitudes porque estábamos en una emergencia, igual que en el año en que murió Belgrano, 1820, un momento convulsionado y de anarquía en el país”, analiza el actor y dramaturgo y luego agrega: “El día en que él falleció pasó sin pena ni gloria por la situación política. Y en su bicentenario, no hubo recordatorios pero por la pandemia. Nos parecía muy simbólico”.

Pero también apunta a la actualidad que tiene el prócer: “Está en el panteón de los argentinos ilustres y está presente en las escuelas cada vez que se iza la bandera. Pero también es un personaje vigente, la misma vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner lo mencionó como su prócer favorito”.

Por su parte, Pérez destaca el consenso que se construyó en la historia argentina sobre las virtudes del creador de la bandera.  “En el caso de Belgrano es muy interesante que tempranamente dejó de tener detractores, muy tempranamente en el siglo XIX, mucho antes que el mismo San Martín”, cuenta la historiadora feliz de llevar la reflexión sobre el pasado nacional al gran público.

“Arriba el bajo pueblo” se presenta hasta el 2 de diciembre, los viernes a las 21 en Ayacucho 318 de la Ciudad de Buenos Aires.